Almería

La carta de los Reyes vuela con un halcón en la plaza de la Catedral

  • Sus Majestades de Oriente salieron desde la Alcazaba y se subieron en sus respectivos camellos para recorrer las calles de la ciudad · Tras visitar el Obispado, se fueron a la Cabalgata en un microbús

"¡Qué vienen, qué vienen!", es lo que exclamaron los niños que esperaban a que salieran Melchor, Gaspar y Baltasar de la entrada de la Alcazaba. Este sería el comienzo de la Cabalgata de Reyes Magos que se celebró en Almería ayer por la tarde y que recorrió algunas de las calles de la capital.

Las puertas del Conjunto Monumental se abrieron y los ojos de los niños comenzaron a brillar por la ilusión de poder ver a los artífices de sus sueños más materiales.

Como viene siendo costumbre, el orden de los Reyes Magos se cumplía. Los primeros pasos fueron los del Rey Melchor, que fue aclamado por todos los niños, y sus pajes que portaban una antorcha y vestían de amarillo y azul

Después sería el turno para el Rey Gaspar que iba acompañado por unos pajes que desfilaron con trajes de color verde y rojo.

Y el último, como siempre, Baltasar que fue el que levantó más revuelo e iba acompañado por pajes que lucían trajes de color dorado y morado. "¡Es el mejor de los Reyes Magos!", gritaban algunos de los niños presentes en la salida de la Alcazaba.

Tras el paseo por camello por algunas de las calles de la capital, la Catedral de Almería esperaba a los tres protagonistas en una plaza a rebosar de gente y con las miradas puestas en ellos.

En la puerta del Palacio Episcopal les esperaban el obispo de Almería, Adolfo González Montes, el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, la concejala de Cultura, Lola de Haro, y demás autoridades políticas y eclesiásticas.

Las antorchas comenzaron a pasar factura y los pajes se desprendieron de ellas, mientras que ayudaban a bajarse de los camellos a los Reyes Magos llegados desde Oriente.

Mientras las personas reunidas en la plaza de la Catedral y Sus Majestades de Oriente se acercaban a saludar a las distintas autoridades, los villancicos sonaban para amenizar el ambiente. Melchor tenía un problema con la corona y se la iba quitando y poniendo durante todo el recorrido.

Los Reyes Magos subieron al balcón del Palacio Episcopal y lo primero que se hizo fue la lectura de la Epifanía del Señor. El obispo fue el siguiente en dar la bienvenida de los tres protagonistas: "Llegan con un mensaje de paz, dones y regalos para los niños que llenan la plaza de la Catedral y otros que esperan en sus domicilios". También invitó a que se recordara a "los que se van a quedar sin regalos".

El alcalde de Almería fue el siguiente en saludar a los Reyes Magos: "Nos tenemos que acordar de los que tienen menos y los que están en el paro. Llegan para transmitir la paz, la fe y la confianza en el futuro".

Melchor leyó la carta en representación de los tres Reyes Magos y el documento llegó volando, por medio de un halcón. Algunas de las frases que se pudieron escuchar fueron: "Nuestro camino ha sido largo y nuestros camellos están sedientos. Esta noche es muy especial para vosotros. Queremos que los sentimientos de amor y alegría se mantengan vivos durante este año".

Además del mensaje que dejaron a los niños, también quisieron ofrecer uno a los padres: "Proteger a los más pequeños para forjar un futuro mejor".

También trataron algunos asuntos por Almería: "Tiene que haber proyectos para consolidar esta gran ciudad".

Para finalizar la primera etapa y comenzar el recorrido desde el anfiteatro de la Rambla, los Reyes Magos y algunas autoridades políticas comenzaron a lanzar algunos caramelos a los asistentes. Sus Majestades de Oriente abandonaron los camellos, por un momento, y se subieron en un microbús hacia la Cabalgata.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios