La diputada nacional por Almería, Rocío de Meer, junto con el presidente provincial de VOX, Juan Francisco Rojas, se ha reunido esta mañana con Juan Marcos Gutiérrez, secretario provincial de JUCIL (Asociación Profesional de la Guardia Civil) para tratar las principales problemáticas que atraviesan.

En los últimos días la provincia de Almería ha sufrido una avalancha de pateras que han vuelto a desbordar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con la llegada de más de 800 inmigrantes desde el pasado viernes, fundamentalmente argelinos, en Carboneras, Villaricos, San José y Cabo de Gata.

Rocío de Meer denuncia que “las cifras son absolutamente alarmantes. En lo que va de año han llegado a Almería casi la mitad de los inmigrantes que entraron en avalancha el pasado mes de mayo en Ceuta, lo que es un auténtico escándalo.”

“El personal que atiende estas recepciones sufre un terrible abandono por parte del Ministerio del Interior, así nos lo han manifestado diversos sindicatos desde hace muchos meses”, señala la diputada nacional por Almería.

Además, desde VOX denuncian la situación que viven los almerienses ante esta invasión que sufren en sus costas. “Este buenismo que quiere implantar el consenso progre solo genera inseguridad para los españoles. Es una enorme hipocresía en la que los más perjudicados son los españoles más humildes. La avalancha migratoria ha pasado de afectar a nuestras costas a afectar a nuestras calles”.

De Meer ha insistido en que “hay que luchar contra la inmigración ilegal y contra las mafias”. La diputada por Almería ha denunciado que, “el Gobierno está favoreciendo la inmigración ilegal y a las mafias, porque en última instancia sus políticas son la compañía aseguradora del tráfico de seres humanos y de que esto beneficie a un puñado de poderosos que son los que están fomentando estas políticas”.

Asimismo, JUCIL ha trasladado a VOX su preocupación por la falta de efectivos de la Guardia Civil en Roquetas de Mar-Aguadulce y el estado lamentable de las instalaciones y el acuartelamiento, donde hay 43 agentes de baja laboral, de una plantilla de 190 componentes. Esto provoca que no se pueda garantizar la seguridad en esta localidad, ya que todos los servicios que se prestan en la zona se cubren con un 25 por ciento menos de la plantilla, restando capacidad de actuación y efectividad ante cualquier situación delicada.