La COVID-19 ha obligado de nuevo al Ayuntamiento de Almería a hacer encajes de bolillos con el presupuesto para aprovechar partidas no usadas o menos urgentes y destinarlas a hacer frente a la crisis del coronavirus, así como ejecución de sentencias. Es lo que le ha ocurrido al torreón de San Miguel de Cabo de Gata, cuya idea ganadora para su rehabillitacióny apertura al público como centro turístico tendrá que esperar.

La partida sobrante, junto a la tampoco gastada para la creación de una sala municipal de lactancia contemplada en 2019, será destinada a pagar los 204.000 euros de la sentencia de la desaladora. “El torreón se hará. Aún no está aprobado el Plan Turístico y tenemos cuatro años. Que a nadie le quepa duda”, se ha comprometido el concejal del Economía, Juan José Alonso. 

Las modificaciones han permitido consignar la terminación del edificio de la Virgen del Mar (antiguo hospital), que tiene pendiente las dos últimas plantas (tercera y cuarta) y el ático para su adaptación como oficinas municipales.