La renovación del socialismo en Andalucía que se viene gestando a fuego lento de un tiempo a esta parte ya tiene un protagonista. En los mentideros de la política suena desde hace meses, sobre todo tras la crisis generada por la sentencia condenatoria de los ERE, el nombre de Felipe Jesús Sicilia Alférez (Lopera, 15 de diciembre de 1979), un diputado nacional por la circunscripción provincial de Jaén que ya ha insinuado públicamente que podría pelearle la presidencia del PSOE andaluz a Susana Díaz. El congreso regional está previsto para finales del próximo año y con su extraoficial puesta en escena ha comenzado a hervir en las ocho provincias el debate interno sobre un posible cambio de liderazgo.

Formado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad de Granada y funcionario del Cuerpo Nacional de Policía, Felipe Sicilia es considerado uno de los valores emergentes para la dirección nacional de Pedro Sánchez, así como una de las personas de la máxima confianza de Adriana Lastra en el Congreso de los Diputados. Pero de momento no deja de ser el adalid de la ensoñación de una corriente crítica que quiere relevar a la secretaria general aún siendo conscientes de que el músculo del socialismo andaluz está en las alcaldías que se vienen volcando con Susana Díaz en la federación más numerosa del PSOE de nuestro país.

El presumible candidato de la forzada unidad de los díscolos, hijo de guardia civil y ama de casa, ha empezado a tantear sus posibilidades reales, lo que viene a ser la pulsión de la militancia, y en Almería ya ha mantenido las primeras reuniones con exdirigentes, sanchistas, exsusanistas, parlamentarios, diputados y otros socialistas de a pie indignados porque en su día los apearon del sillón que pretendían retener de por vida.

Martín Soler y Diego Asensio, exdirigentes del PSOE de Almería

Sicilia mantuvo a principios de este mes una comida de confraternización en la provincia con uno de los grupos burbuja de desencantados, que vendría a ser su primera avanzadilla hacia la ‘regeneración’ del PSOE almeriense encabezada por la diputada nacional Sonia Ferrer, formado por los excargos orgánicos y públicos Martín Soler, Diego Asensio, Joaquín Jiménez y los alcaldes de Paterna, Juan Antonio Sagredo, Tahal, Trinidad Jiménez, y Padules, Antonio Gutiérrez. Extraños compañeros de viaje, entre los que fueron descatalogados de la política en activo y los que mantienen el pulso institucional bajo las siglas de un PSOE que pretende pasar la página del susanismo, dispuestos a arropar al diputado jiennense, muy activo en tertulias de radio y televisión, en su aventura hacia la reconquista sanchista de Andalucía.

No es la primera reunión, ni mucho menos la última, y con anterioridad los dos dirigentes del Clan de Cuevas que gobernaron el socialismo almeriense durante más de una década ya han facilitado la proyección del mensaje de Sicilia en la provincia para poner su granito de arena a una renovación que apuntaría más bien a una vuelta a la casilla de salida. Forman parte del pasado, pero la política es cíclica y nunca se sabe. Todavía son muy pocos los actores políticos que se han interesado por sumarse a la vía alternativa del presunto líder de la regeneración en los encuentros promovidos por la diputada nacional, pero conforme avance el juego de tronos en el tablero político del PSOE en Andalucía es muy probable que se incorporen nuevos grupos de convivencia que comparten el objetivo del asalto al liderazgo a pesar de sus diferencias. En los próximos meses serán muchas más las comidas y cenas con Sicilia por toda la provincia, limitadas por la prevención del coronavirus a una decena de comensales. 

Los sanchistas se diseminaron después de las primarias, con la excepción de los que han conseguido cargo político y los que se han subido al carro a posteriori, y muchos de los hombres y mujeres que hicieron posible que se ganara en la Agrupación Local de Almería y tener un buen resultado en otros municipios de la provincia se han desencantado y alejado de la política en activo y de su difícil ‘captación’ por segunda vez dependerá el éxito de la conspiración de los críticos. El diputado jiennense que ahora recorre la comunidad en busca de correligionarios del cambio ha sido concejal en Bailén y parlamentario andaluz entre 2007 y 2011, y actualmente portavoz adjunto en el Congreso, ya cuenta con sus primeros 'renovadores' en la provincia. Ahora tendrá que sumar a la masa difuminada de sanchistas cuyo principal bastión es la capital y su referente el secretario de Estado Fernando Martínez.