Treinta años después la obra Noche de San Juan junta a todos los duendes para conformar una noche mágica, llena de momentos surrealistas. Miquel Periel, uno de los actores en los primeros compases de la representación y actual director de casting y ayudante de dirección, rememora momentos pasados y destaca la adaptación de un espectáculo renovado que se realiza hoy a las 22:00 horas en el Auditorio.
-Esta obra se estrenó hace 30 años con mucho éxito, ¿creían que iban a triunfar de esa forma?
- Nosotros no éramos conscientes del éxito que iba a tener. Es lo que actualmente se denomina musical, y era un homenaje a la Revista de Barcelona que se fue degradando poco a poco.
-¿Qué diferencias se mostraron en su época con los espectáculos del momento?
-Teníamos duendes como protagonistas, sueños de los personajes, sketches, números musicales... Es un homenaje a las viejas glorias. Se pasó de hacer un teatro combativo y antifranquista a todo tipo de obras de teatro. Fue una evolución del blanco y negro al tricolor.
-¿Qué diferencias hay con el espectáculo de hace 30 años?
-No queríamos hacer un espectáculo igual. Es un mundo parecido al nuestro con humor. Se mantiene el hilo conductor del espectáculo, pero hemos cambiado algunos giros anticuados.
-¿Su público se mantiene?
-Como anécdota, en Valencia hubo un hombre que fue a la representación, después de que estuviera de adolescente con 19 años, y le gustó.
-¿Por qué recuperan la obra después de tantos años?
-No es la primera vez que ocurre. Ya lo hicimos con Mikado. Tenemos la sensación de que todo mejora con el tiempo.
-¿Qué le viene a la mente cuando está retomando una obra?
-Es agradable revisar cosas. El teatro está cargado de reposiciones. Hay jóvenes que no la han visto y son momentos importantes del teatro. Rememoras anécdotas de una época, y recuerdas lo que estabas viviendo, cuando la representabas.
-¿Qué es lo que quieren transmitir con la representación?
-Sopla una vela, formula un deseo y puede cumplirse. Es una terapia, una fiesta. Se intenta transmitir un mensaje de esperanza.
-Lleva desde casi los orígenes con Dagoll Dagom.
-Es muy importante que quedáramos por los menos los tres que estamos, si hubiéramos sido dos, no seguiríamos. Es un patrimonio de los tres. Todo ha crecido desde que empezamos y hay que mantenerse. Estamos encantados de la vida con que continúe. Moriremos con las botas puestas.
-¿Cómo era el Miquel Periel de entonces?
-Era muy joven, y estaba cargado de ilusiones. Aquella época no volverá. Tenemos cierta nostalgia.
-Después de tantos años, ahora usted selecciona a los que van a representar 'Noche de San Juan'.
-Nos daba apuro cuando hicimos Mikado porque nos resultaba raro probar gente. Antes los actores estaban poco preparados, pero ahora hay gente que sí lo está, y hay que elegir.
-Han pisado en varias ocasiones el Festival de Teatro de El Ejido, ¿qué supone para la compañía volver a este escenario?
-En El Ejido nos despedimos de la gira. Va a ser un momento importante para toda la compañía, seguro que saldrá alguna lagrimita. Hace 34 años fuimos a El Ejido. Es uno de los festivales más importantes de España por la cantidad de compañías importantes que pasan por aquí, muchas de ellas ya han desaparecido después de tantos años.
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