El portavoz municipal de Ciudadanos, Miguel Cazorla, ha inaugurado el año con una rueda de prensa sobre las “luces y sombras” en la gestión del Ayuntamiento de Almería. A una semana vista de firmar el pacto presupuestario con el Partido Popular, Cazorla ha realizado una lista sin tapujos con una veintena de obras e iniciativas que, según denuncia, se han quedado colgadas en la cartera de 2019. Entre las más destacadas, el soterramiento de las vías del tren a su paso por la ciudad, la Plaza Vieja y la segunda fase de prolongación del paseo marítimo o Ikea.

La supresión del paso a nivel y la fase del soterramiento correspondiente al tramo de El Puche debían, como recordó, estar finalizadas en octubre del pasado año sin que a día de hoy se sepa con exactitud cuándo concluirán estos trabajos, cuyo impulso, en opinión de Cazorla, le corresponde al equipo de Ramón Fernández-Pacheco.

De igual modo, ha hecho referencia a otras obras de competencia directa del Gobierno central, la ampliación del paseo marítimo, una actuación que lleva un año paralizada y sin visos de que las mismas vayan a ser retomadas con inmediatez.

“La enésima fase” de la rehabilitación de la Casa Consistorial y Plaza Vieja “lleva dos años de retraso”, puntualiza Cazorla acerca del proyecto de adaptación interior del edificio y de la reurbanización de la plaza mayor capitalina, reprochando, de paso, los votos en contra que en su día recibió en Pleno la moción de Cs para celebrar una consulta popular sobre el traslado de Los Coloraos.

Otras “sombras”, pese a que en este caso sí recibió la unanimidad del Plenario y por urgencia, son la instalación de sistemas de seguridad en los túneles de la avenida del Mediterráneo y de la Goleta, y en la Rambla de El Charco (Costacabana), y los “800 puestos de trabajo que iba a traer Ikea”.