Uno de los jefes de servicio que ejercen su función en el centro penitenciario de El Acebuche, ha sido suspendido de empleo y sueldo por parte de la Secretaría de Estado de Instituciones Penitenciarias después de la denuncia que contra él le interpuso uno de los presos que se encuentran en el módulo de Enfermería de la prisión almeriense, en la que se afirmaba que había sido sometido a "tocamientos" por parte de dicho funcionario. Los hechos conocidos por Diario de Almería, datan de hace más de dos meses y se está a la espera de una resolución del mismo en las próximas horas. El personal de confianza de la cárcel se encuentra de baja aunque no se han adoptado contra el mismo ninguna resolución hasta que se resuelva el expediente que en la actualidad se encuentra abierto y en espera de una sentencia.

Los hechos datan de finales del pasado mes de febrero, cuando un interno que se encuentra alojado en el módulo de Enfermería del centro penitenciario de El Acebuche, presentó ante los funcionarios de servicio de dichas instalaciones, una queja sobre el comportamiento de un jefe de servicio. Ante la gravedad de los hechos, estos continuaron su trámite establecido en el Reglamento Penitenciario hasta llegar a la dirección del centro, quien los puso en conocimiento de la Inspección de la Dirección General de manera inmediata.

Estos comenzaron una serie de conversaciones tanto con funcionarios que prestan servicio con el denunciado como con los propios internos por si pudieran aportar algún dato que corroborara los términos de la denuncia. Pese a que algunas fuentes consultadas por Diario de Almería sostienen que hubo testimonios tanto de unos como de otros que reconocían que estaban ante "algo más que una rabieta de un interno", otras reconocen que "no ha habido ningún funcionario que haya avalado las manifestaciones del interno".

La reciente investigación realizada en la prisión madrileña de Alcalá Meco sobre comportamientos de funcionarios aislados con alguna de las internas que cumplen allí su condena, ha hecho que se extremen las investigaciones sobre unos hechos sobre los que hasta el momento se ha mantenido un mutismo prácticamente absoluto.

Según pudo conocer Diario de Almería de fuentes cercanas a la investigación de los hechos, el jefe de servicio, cargo que ocupa las funciones del director cuando este se encuentra ausente del centro penitenciario, fue suspendido de empleo y sueldo de forma indefinida en un tiempo inhabitualmente corto ya que la actuación de la Inspección ha tratado de ser "lo más contundente posible". Los hechos denunciados por el interno sostienen que cuando el jefe de servicio se encontraba ejerciendo su actividad, se presentaba en sus dependencias de las que tenía llave y le sometía a "tocamientos en sus partes", algo que al parecer hizo de manera reiterada. Estos hechos llegaron a oídos de los funcionarios que los tramitaron ante la dirección del centro que, a su vez, la tramitó ante la Inspección quien ha dictado una resolución de suspensión de empleo y sueldo en un tiempo récord.

La comunicación de dicha sanción fue realizada al propio jefe de servicio durante la tarde de ayer. El funcionario y cargo de confianza de la anterior directora del centro penitenciario almeriense, Clotilde Berzosa, se encontraba de baja desde que ocurrieron los hechos, aunque fuente penitenciarias no quisieron confirmar los motivos de solicitud de la misma. Tampoco quisieron dar una valoración sobre los hechos, sobre todo teniendo en cuenta el revuelo originado por los acontecimientos (mucho más graves) de Alcalá Meco y que se saldaron con la destitución fulminante de toda la cúpula directiva de dicho centro por intervención de la Secretaria de Estado, Mercedes Gallizo.