Como todo lo bueno, también las fiestas tienen su fin. Unas jornadas festivas que este año han destacado por su impecable desarrollo y una participación activa en todas las actividades que el Ayuntamiento ha organizado.

Todos estos días serán como recortes en la memoria de todos aquellos que han podido exprimir al máximo estos primeros días del otoño, dándoles un toque de alegría a pesar de que van quedando lejos los soleados días estivales.

Niños, jóvenes y mayores se han sentido orgullosos de su pueblo acogiendo a la multitud de visitantes que han llegado de todas partes contagiados por la alegría que se ha estado presente en cada una de las calles de Turre, donde ha tenido lugar uno de los momentos más emotivos, la procesión del patrón, San Francisco de Asís, que se celebró ayer con el acompañamiento de la Banda de Música de Turre y el cariño de todos los vecinos.

En estos días las tradiciones más arraigadas se han dado la mano con actividades de vanguardia. Sin olvidar sus raíces los turreros buscan siempre expresiones nuevas de arte y folklore.

Se han podido vivir momentos inolvidables con las Corridas de cintas a caballo y la recogida de las cinteras, tradición vivida hondamente en el municipioy en la que se inician desde bien pequeños, con corridas especiales para ellos, pudiendo disfrutar con sus habilidades.

Esto es un espectáculo que una vez visto se queda por siempre en la retina, en un bello recuerdo que perdura hasta el año siguiente cuando sientes la necesidad de repetir estos días.

Con exposiciones de arte, charangas y verbenas, concierto de habaneras, dianas y pasacalles la programación ha sido verdaderamente espectacular, donde todos y cada uno ha encontrado su hueco y manera concreta de vivir las fiestas.

En el día de hoy el municipio se despertará como es costumbre con Diana y divertidos Pasacalles con disparo de cohetes incluido amenizado con la Charanga Los Chorreones. Será la última vez que pasearán por las calles de la localidad hasta el próximo año, así que no hay excusa para perdérselo.

Los peques harán sus delicias cuando el Teatro Infantil abra sus puertas rayando el mediodía con la actuación de Mago Cobra. Hasta que el estruendo de la traca infantil haga suya las calles de Turre y desde ese momento no haya lugar para el silencio y la tranquilidad. Hay que estar en la calle, y divertirse viviendo plenamente con sus gentes estos días.

En la variada oferta de barras y chiringuitos habilitados para la feria del mediodía se podrá comer y degustar diferentes tapas al son de la música, lugar idóneo para compartir unas risas con los amigos y hacer nacer nuevos lazos con los que poder volver a encontrase el próximo año.

Los apasionados del arte del toreo, podrán vivir una tarde en la que será difícil de olvidar la maestría de los diestros que saltaran al coso en una corrida de toros mixta con cuatro toros y dos novillos. Los maestros son: Jesús de Almería, 'El Cordobés' hijo y Alejandro Carmona que se encerrarán en el coso de la localidad a la hora más taurina posible: las cinco de la tarde.

Durante esta última jornada se podrán saborear aires exóticos con la actuación de Shirin y su Escuela de Danza Oriental Banat-Asshams, que al ritmo de las caderas de las bailarinas nos trasladaran a un mundo de velos y tradiciones orientales.

Y dando un salto en la imaginación al otro lado del mundo, un poco más tarde podremos disfrutar con esta mezcla de arte marcial y baile originaria de Brasil, expresión cultural afro-brasileña, de la mano del grupo de Capoeira Los Trancosos.

La noche sonará con los acordes de las orquestas Taxxara y Arco Iris. La verbena comenzará a las diez de la noche, hasta bien entrada la madrugada, así que habrá que dosificar las fuerzas.

Y ya rayando el alba, a las seis de la mañana, la Traca de fin de Fiestas anunciará que con el nuevo día habrá que retornar a la realidad, pero en nuestro recuerdo quedarán por siempre estos días que volverán a colocar una sonrisa en nuestras caras cada vez que esos recortes de nuestra memoria vuelen hasta nosotros, y que hubieran sido imposibles sin la entrega e ilusión de cada uno de los turreros.