Las escombreras ilegales en la comarca del Levante almeriense tienen sus días contados con la planta de tratamiento de residuos de la construcción, los conocidos escombros, que la empresa Áridos Mojácar ha puesto en marcha tras haber recibido de Medio Ambiente la calificación de 'gestores autorizados del tratamiento de residuos de construcción, demolición e instalación'. En una comarca plagada de verteros ilegales de escombros, restos que se arrojaban a ramblas o solares porque, también es verdad, que no existía ningún lugar adónde se pudieran llevar los residuos de la construcción a excepción de una lejana planta en Níjar, Áridos Mojácar ha sabido encontrar un hueco de mercado con el que optimizar sus recursos, invertir en nueva maquinaria y, sobre todo, mantener los actuales puestos de trabajo.

Áridos Mojácar, empresa dirigida por los hermanos Carmen y Diego Jerez Martínez, y que ha recibido el primer Premio de Desarrollo Sostenible, se dedicaba hasta ahora solamente a la extracción de áridos y movimiento de tierras. Con la segunda línea de actividad emprendida recientemente, además de satisfacer una necesidad en la comarca, contribuye al sostenimiento medioambiental de forma notable. "Antes", explica Carmen Jerez, " la gente se buscaba la vida para deshacerse de los escombros, los ríos, hoyos de canteras, en fin, dónde podían. Ahora, ya se dispone de una planta donde se recoge, se acopia y se tratan los materiales".

En la planta de Áridos Mojácar ubicada a un kilómetro del nudo de la autovía, concretamente del polígono industrial de Antas, y justo en el radio de la comarca,se separan los distintos materiales, como cemento, cartones, plástico o vigas. Los materiales reutilizables: cartón o plástico, se envían a los centros autorizados con lo que se ayuda al medio ambiente para no consumir tantos recursos y lo que no es reutilizable se evacúa al vertedero controlado y sellado. Lo que es puramente escombro se tritura y posteriormente se transforma en una zahorra artificial que se utiliza, por ejemplo, para el relleno de caminos, enterrar tuberías, "es decir", añade Carmen Jerez, "se está dando un segundo uso al árido a la par que se limpia y prevé la contaminación". El respeto y protección al medio ambiente se percibe nada más divisar la entrada a la planta de recogida.