La Unidad de Radiodiagnóstico del área de Gestión Sanitaria Norte de Almería ha recibido los distintivos que acreditan la consecución del Nivel Avanzado de calidad a través de un programa específico para estos dispositivos de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía, fundación de la consejería de Salud encargada de impulsar las políticas de calidad en los diferentes elementos del sistema sanitario. Esta entrega de distintivos, que se ha realizado en el contexto de los actos conmemorativos del Día de la Inmaculada en el Hospital de Huércal Overa, ha contado también con el reconocimiento a la Unidad de Gestión Clínica Cirugía General y al propio hospital como centro por haber renovado la acreditación que obtuvieron por primera vez en 2004. En el acto, en el que han estado presentes el delegado provincial de la Consejería de Salud en Almería, Manuel Lucas Matheu, el director gerente de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía, Antonio Torres Olivera, y la directora gerente del Área de Gestión Sanitaria Norte de Almería, Gracia Fernández Moya, se han resaltado algunas de las iniciativas puestas en marcha por la Unidad de Radiodiagnóstico, segunda de Andalucía de estas características en obtener la acreditación. Entre ellas destaca la apuesta por los sistemas de información y las nuevas tecnologías en la transmisión y lectura de las imágenes, ya que desde 1994 los informes se realizan en ordenador y los servicios demandantes leen o imprimen desde la red informática. También disponen de PACS (sistema informatizado de archivo de imágenes) poniendo a disposición de los profesionales no sólo el informe sino también la imagen. En la actualidad la unidad trabaja en el formulario de solicitud de técnicas de imagen vía web que se pretende implantar en todo el Área Sanitaria. Son significativas otras acciones como sus esfuerzos por informar a los pacientes, con un servicio de traducción prestado por un voluntario; la realización en acto único de las radiografías simples, sin lista de espera; la implicación en la seguridad de los pacientes, con la realización de un AMFE previo a un mapa de riesgos propio; y la participación en la implantación de procesos asistenciales como el cáncer de mama.