El lado oscuro de Almería

Viviendo con su enemigo

  • Francisco C., natural de Almería, fue detenido la tarde del 10 de junio de 2006 después que en el transcurso de una violenta discusión golpeara reiteradas veces a su esposa con un martillo metálico

Viviendo con su enemigo

Viviendo con su enemigo

Alrededor de las cuatro y media de la tarde del 12 de junio de 2006 ingresaba en el Departamento de Ingresos del centro penitenciario de Acebuche, Francisco C. de 46 años de edad después que unas horas antes prestase declaración en el juzgado de instrucción número 6 de Almería como supuesto autor de un delito de violencia de genero, homicidio en grado de tentativa y cuyo titular ordenó su inmediato ingreso en prisión Francisco C. natural de Almería fue detenido por agentes de la Policía Local la tarde del10 de junio de 2006 después que esta persona en el transcurso de una violenta discusión golpeara reiteradas veces a su esposa con un martillo metálico ocasionándole lesiones graves en la cabeza y en diversas partes del cuerpo y que a punto estuvo de perder la vida.

Como recoge la sentencia de la sección Tercera de la Audiencia de Provincial de Almería, el individuo atacó a la mujer después de "sorprenderla" en el trastero del garaje con un hombre con el que estaba manteniendo "una relación extramatrimonial" y que huyó del lugar ante la llegada del marido y que sufrió algunos golpes. La mujer una hora antes le dijo al marido que iba a limpiar el trastero.. La mujer de 41 años de edad, tras haber sido intervenida quirúrgicamente ese mismo día por espacio de casi diez horas, pasó de inmediato a la Unidad de Cuidados Intensivos del centro medico de Torrecárdenas , según los médicos en estado crítico y llegando incluso a temerse en los primeros momentos un fatal desenlace, sin que afortunadamente se produjese ya que la victima tras 98 dias hospitalizada logró superar su critico estado y poco a poco recuperarse aunque manteniendo aun importantes secuelas.

A su llegada al centro, el parte médico de ingreso describía las siguientes lesiones: contusiones incisocontusas en región craneal, ambos brazos y tórax, fractura de ambos peñascos (base posterior del cráneo), fractura de parietal derecha e izquierda no desplazada, edema cerebral, hematoma ententorio, fracturas múltiples en falanges de ambas manos, traumatismo abdominal cerrado. Intervenida quirúrgicamente de cráneo y abdomen. Ventilación mecánica y sedación. Su pronóstico fue calificado de muy grave. Fue el propio marido quien tras la agresión en presencia de un familiar informó desde su casa a la sala operativa del 092 de la Policía Local acerca de lo ocurrido.

Los hechos tuvieron lugar en torno a las siete menos cinco de la tarde, en el trastero de un garaje comunitario de la calle de González Garbín de la capital ubicado en la misma manzana donde el matrimonio tiene el domicilio. El hombre con voz temblorosa y entrecortada informó textualmente al agente de la centralita de la sala del 092, “Creo que he matado a mi mujer” informando a continuación del lugar en donde se encontraba la victima y el agresor. A la llegada de una dotación de la Policía Local el supuesto autor se entregó a los agentes sin ofrecer ningún tipo de resistencia admitiendo la autoría del hecho, producido según su relato en un momento de ofuscación y arrebato sin que entonces trascendieran las causas que llegaron a esta terrible situación aunque las sospechas se inclinaron poco después por un tema de carácter “amoroso”.

El supuesto autor se entregó a los agentes de la Policía Local sin oponer resistencia

Algunos conocidos manifestaron en aquellos días que al parecer la pareja, que tiene dos hijos, mantenían antiguas desavenencias que se habían agravado en las últimas fechas. La mujer se encontraba en el trastero del sótano del garaje a donde el agresor condujo a los agentes facilitándole las llaves de acceso al habitáculo. La victima se encontraba en cuclillas, sangrando abundantemente por la cabeza y en estado de inconsciencia. Poco mas tarde fue asistida por los facultativos del servicio de emergencias sanitarias del 061 apreciándole diversas heridas inciso contusas en todo el cuerpo, las más graves localizada en la cabeza y manos. La mujer fue golpeada con saña con un martillo que fue intervenido por los agentes Tras lograr reanimarla y estabilizarla la mujer ingresó directamente en quirófano, al tiempo que el marido fue conducido a la comisaría de Policía ingresando posteriormente en los calabozos bajo la acusación de un presunto homicidio en grado de tentativa.

Según explicó Adela Segura, coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer en Almería, en este caso no existían denuncias previas de malos tratos. El 6 de noviembre de 2008, la Audiencia Provincial de Almería condenó a seis años y medio de prisión a F.C único implicado en el caso. La víctima tardó varios meses en curar las heridas de la agresión La sentencia de la Sección Tercera considera al procesado autor de un delito de homicidio en grado de tentativa al que aplica, no obstante, la circunstancia atenuante de arrebato "plenamente justificada" por la práctica de la prueba forense durante la vista oral, que atribuyó al agresor "condiciones intelectivas y volitivas parcialmente mermadas por la concurrencia de un estado pasional intenso" una vez se percató de la "infidelidad conyugal de la que era objeto".

La Audiencia Provincial de Almería condenó a seis años y medio de prisión al implicado

El fallo considera probado, además, que el sujeto llevaba el martillo desde que salió de casa para dirigirse al trastero en busca de su esposa, lo que interpreta como "una intención previa de aprovechamiento frente a quien sólo podía utilizar sus manos". Rechaza el tribunal que se produjera, no obstante, ensañamiento no porque el número de golpes infringidos a la víctima no se pudiera determinar "ni en partes médicos ni en informes forenses". Durante la vista oral el Ministerio Público solicitó ocho años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa o, de forma alternativa, seis años de cárcel al calificar los hechos como homicidio en tentativa, opción recogida por el tribunal pese a que no precisa en los fundamentos el porqué de ésta consideración y después de que el fiscal abogase en el juicio por la pena subsidiaria.

La acusación particular solicitó 16 años de prisión, 15 años por un delito de asesinato en tentativa con el agravante de abuso de autoridad y doce meses por un delito de amenazas que el fallo no recoge como probado a tenor de la testifical prestada en sala por uno de los hijos del matrimonio. Por su parte, la defensa solicitó para el procesado una condena de un año de prisión por lesiones con la eximente incompleta de trastorno mental transitorio, que desestima el tribunal que le impone además la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 200 metros durante 16 años.

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