Tribunales

El acusado de matar a un hombre en un pub reconoce que disparó una vez por “miedo”

  • Los otros dos investigados ofrecen un relato coincidente con el de M.C.C., si bien los tres declararon de forma diferente antes

Familiares y conocidos de los acusados durante un receso.

Familiares y conocidos de los acusados durante un receso. / D.A. (Almería)

El principal acusado en la vista con jurado oral contra tres investigados por el asesinato de un hombre en un pub de El Ejido, ha reconocido hoy que efectuó “un único disparo” contra la víctima, y ha asegurado, no obstante, que lo hizo porque vio cómo este cogía otra pistola para dispararle.

Así lo ha asegurado el acusado M. C. C., que se enfrenta a 23 años y medio de cárcel por delitos de asesinato, tenencia ilícita de armas y lesiones, a preguntas del fiscal, el abogado de la acusación particular y los tres letrados de la defensa, ofreciendo un nuevo relato que difiere del que dio en su día ante el juez instructor.

De esta forma, M. C. C. ha asegurado que quedó con los otros dos acusados, A. L. F. F. y F. D. C. G., sobre las dos de la tarde del 3 de febrero de 2018 y se dirigieron a Aguadulce, en Roquetas de Mar (Almería), donde -a excepción de A. L. F. F.- comenzaron a ingerir bebidas alcohólicas. Afirma que, en su caso, también tomó cocaína durante dicha jornada.

Todo ello hasta que en cierto momento de la tarde lo llamó su “amante”, indicándole que estaba en un pub de El Ejido con una amiga, por lo que, sostiene, convenció a sus acompañantes para trasladarse a dicho establecimiento, al que llegaron entre las ocho y las nueve de la noche.

Tras pasar varias horas allí, alrededor de las tres de la madrugada se habría personado la víctima con un grupo de familiares y conocidos.

En este punto, ha explicado que días antes el fallecido le había propuesto realizar un traslado de marihuana hasta Cataluña, entregándole 6.000 euros a cambio. “Me convenció, tengo dos niños pequeños, mi mujer (...) vivía debajo de mis padres, no tenía ni para pañales (...) me vi obligado a decir que sí”, ha relatado.

Sin embargo, ha continuado, cuando le contó a su esposa dicha acuerdo, ésta lo convenció para no llevar a cabo esa “tontería”. Mantiene que la víctima le dijo que “no se podía echar atrás” y lo amenazó con matarlo y que cuando le ofreció devolverle los 6.000 euros, le comunicó que “quería el doble”.

Ha narrado cómo entonces decidió comprarle una pistola “pequeñita” a un “marroquí”, reiterando que únicamente tenía dos balas.

Así las cosas, ha explicado que se vio rodeado por la víctima y los suyos, momento en el que F. D. C. G. lo instó a salir del local, siendo no obstante expulsados por el portero todos los implicados, por lo que la riña continuó en la calle.

Ha incidido en que en la vía pública, él y F. D. C. G. se dieron cuenta de que A. L. F. F. se había ido con el automóvil en el que habían llegado, por lo que regresaron andando a casa. Ya solo, a punto de llegar a su hogar, habría recibido la llamada de su “amante” que le solicitó que regresara a recogerla.

Dice que cogió un coche y fue a buscarla y que al bajarse del vehículo, un sobrino de la víctima lo amenazó con una navaja y le pegó con la pistola en la cabeza cuando se abalanzó sobre él. Asegura que justo entonces vio a la víctima coger una pistola de su pierna, por lo que le “pegó un disparo”.

“Antes no lo he contado, pido perdón”, ha manifestado M. C. C., quien ha culpado de su relato anterior al abogado que contrató en Granada, ciudad a la que se desplazó con su mujer e hijos tras lo ocurrido, entregándose días más tarde en la Comisaría de El Ejido.

Los otros dos acusados, que se enfrentan a 8 años y 9 meses como cómplices de asesinato, han relatado versiones coincidentes con las de M. C. C., modificando también las que realizaron durante la fase de instrucción.

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