Almería

Una agresión lleva a desarticular una red de explotación sexual

  • La víctima confesó que la banda traía a las mujeres desde Nigeria y las obligaban a prostituirse bajo amenazas y coacciones hasta saldar una supuesta deuda de 30.000 euros.

La Guardia Civil ha desarticulado una red internacional que explotaba a mujeres de origen  nigeriano a las que engañaba con falsas promesas de trabajo y obligaba "con métodos brutales" a ejercer la prostitución. Los miembros de la red debían pagar una deuda de 30.000 euros que supuestamente habían contraído con la organización por trasladarlas a España en patera. Cuando llegaban a territorio español, les informaban de que debían prostituirse y las coaccionaban con amenazas de hacer daño a sus familiares y con el uso de la fuerza.

La investigación sobre este grupo de delincuentes se inició cuando la Guardia Civil recibió la información de que una mujer nigeriana de 19 años había recibido una "brutal paliza" y estaba ingresada en el complejo hospitalario de Torre Cárdenas. La joven había sido evacuada de urgencia desde otro centro, el Hospital de Poniente, por la gravedad de su estado de salud.

La conversación con la mujer permitió, por un lado, comprobar que la mujer había sido agredida en el municipio de Roquetas de Mar y por otro identificar a los dos hombres que la habían pegado. Se trataba de Petera O. y Jennifer A., a quienes la Benemérita señala como uno de los responsables de la red en ese momento.

Estos dos hombres fueron detenidos, pero la organización todavía no estaba desarticulada. Así que la Guardia Civil puso en marcha un dispositivo para localizar los lugares donde esta mujer había sido obligada a mantener relaciones sexuales. Los agentes realizaron una discreta vigilancia en la zona, y comprobó que había otras víctimas ocultas en invernaderos.

Finalmente, el día 25 la Guardia Civil detuvo a los dos hombres que habían sustituido a los anteriores al frente de la red, Adamar K. y Souleymane T., y liberó a otras nueve mujeres, todas de nacionalidad nigeriana, de entre 21 y 37 años. El Instituto Armado comprobó que todas las mujeres estaban en situación irregular.

La investigación de la Guardia Civil permitió averiguar que la organización captaba a sus víctimas en su país de origen, con la promesa de trasladarlas a territorio español. Una vez en España, les proporcionaban trabajo y alojamiento, por lo que contraían una supuesta deuda de 30.000 euros que debían abonar a plazos a la organización mediante su trabajo.

Llegaban a España vía terrestre desde Nigeria hasta el norte de Marruecos, donde embarcaban en patera hacia las costas de Algeciras. Una vez allí, miembros de la banda les informaban de la actividad que iban a desempeñar y las trasladaban a la provincia de Almería. Para coaccionarlas, las amenazaban con hacer daños a sus familiares si se negaban a ejercer la prostitución, y llegaban a hacer uso de la fuerza ante la oposición que ofrecían algunas.

Los detenidos Peter O., de 28 años y para quien se decretó ingreso en prisión, y Jennifer A., de 29, ambos vecinos de Roquetas de Mar, así como Adama K., de 23 años y Souleymane T, de 32 años, residentes en Vícar, han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Roquetas de Mar como presuntos autores de delitos de tráfico internacional de seres humanos con finalidad sexual, contra la indemnidad sexual y lesiones.

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