La nueva fórmula del agua (con más contenido de desalada que de los pozos de Bernal), no va serle un camino de rosas al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Almería. Después de ruedas de prensa o del buzoneo socialista, la oposición mueve otra vez ficha, pero esta vez en bloque. PSOE, Ciudadanos, Podemos e incluso VOX han llegado a un acuerdo con la intención de frenar el incremento de los recibos en un 20% a aplicar a partir de enero de 2022. Aunque la subida ya ha pasado una vez por Pleno, los grupos citados, a excepción del concejal no adscrito, han requerido al alcalde la convocatoria de un pleno extraordinario con el agua como único punto de orden del día.

"Este martes, la oposición del Ayuntamiento de Almería ha hecho historia al ponerse de acuerdo para paralizar los planes del equipo de gobierno del PP, firmando una petición, registrándose por escrito y demandando un único punto: aprobar la paralización de la modificación de la ordenanza reguladora de la prestación patrimonial de carácter público no tributario por suministro de agua y por alcantarillado”. El entrecomillado le corresponde a la portavoz municipal de Podemos, Carmen Mateos, quien acuñara en el Pleno el término de "tarifazo", pero para quien también existen otros aspectos, al margen del dolo sobre el bolsillo ciudadano para un bien esencial como es el agua, que hacen a la oposición abrir interrogantes acerca de la decisión de incrementar la producción de la planta desaladora, justificada por el PP en la necesidad de aliviar a los sobreexplotados pozos de Bernal con vistas a garantizar el suministro a la ciudad en el futuro. 

El Grupo Municipal de Podemos solicitó al Departamento de Hidrogeología de la Universidad de Almería  un informe técnico sobre el estado actual de la desaladora. "Los datos que arroja dicho informe contradicen los argumentos vertidos por la concejala de Medio Ambiente, Margarita Cobos", afirma la portavoz, para quien "el hecho de solicitar por escrito un plenoe extraordinario para paralizar la modificación de una ordenanza, “deja en muy mal lugar al Partido Popular, único partido que no está de acuerdo en paralizar la ordenanza del agua y alcantarillado que, tal y como se plantea actualmente con la modificación, llevará anexo un sobrecoste económico más que considerable para el bolsillo de los almerienses, así como también una sobreexplotación del acuífero del Bajo Andarax, que corre peligro de ser contaminado con agua salada de romperse la pantalla de interfase que ahora nutre a la desaladora si se aumentan los caudales”, advierte Mateos.