Una juez de Almería ha condenado a tres años de cárcel a un maltratador que durante ocho años impuso un "clima de terror" a su pareja, a la que golpeaba con "cualquier excusa", humillaba verbalmente y tenía "sometida" controlando todas sus acciones.

La sentencia, consultada por Efe, señala que mantuvo una relación matrimonial con la víctima desde enero del 2009, conviviendo juntos en una vivienda del Levante almeriense.

Según el fallo, durante "toda su relación" se dirigía a la mujer con "expresiones humillantes" con "ánimo de amedrentarla y tenerla sometida a su autoridad, ofendiendo gravemente a la víctima y minando su moral".

Asimismo, sostiene que durante todos estos años la ha "menospreciado" y agredido "moral y físicamente" imponiendo así un "clima de terror".

El hombre le pegaba así con "cualquier excusa" si ella protestaba o le contestaba, con tirones de la coleta, bofetadas o golpes en la cabeza, lo que hizo que su pareja adoptase una "actitud de total sumisión" ante el "comportamiento autoritario y controlador de él".

En este sentido, el fallo indica que controlaba sus conversaciones con sus familiares, tenían que hacer siempre la compra juntos, la mujer no tenía acceso a los ingresos de la familia, así como que el acusado "no la llevó nunca al médico" para que la asistiera por caídas u otras afecciones médicas.

Este control llegó al punto de que la obligaba a mantener abierta la puerta del servicio y causó que la víctima llegase a huir "con lo puesto y sin dinero" a su país en una ocasión.

En concreto, la sentencia recoge uno de los episodios vividos en julio del año pasado en el domicilio de ambos, cuando el hombre golpeó la cabeza de su esposa contra la pared, sin llevarla luego al médico.

En la actualidad, la víctima presenta un estado ansioso-depresivo cronificado encuadrado en un trastorno de adaptación grave cronificado, con sintomatología de estrés postraumático.

Asimismo, el fallo recalca que el acusado presenta "factores de riesgo extremo de violencia grave contra la mujer".

Por estos hechos, el hombre ha sido condenado por un delito de maltrato habitual en el ámbito de la violencia de género a tres años de prisión.

A su vez, se le priva del derecho a la tenencia y porte de armas durante cuatro años y se le prohíbe comunicarse y aproximarse a menos de 500 meros de la víctima durante cinco años.

La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Almería.