Joaquín Rodríguez es un vecino de San Agustín en El Ejido que lleva, como él mismo explica, "casi cuatro años sin salir de casa". Desde hace ochos años, este ejidense sufre de problemas de movilidad y aunque en ocasiones se sirve de unas muletas, prácticamente necesita de su silla de ruedas para salir de su domicilio, aunque aquí también, se encuentra diariamente otro problema.

Joaquín vive con su mujer en un barrio de San Agustín ubicado en la carretera de Roquetas de Mar. Una zona que se encuentra casi a las afueras del núcleo y en la que las reivindicaciones por parte de los vecinos llevan años dilatándose en el tiempo, sobre todo desde hace cuatro, ya que como recuerda, "son los años que lleva la calle en este estado, llena de piedras, sin apenas nada de asfalto y con baches por todos lados". Según relata, "dos veces que he intentado salir me he caído, así que ya he optado por no salir de casa". Además, se queja de que "ni siquiera hay rampas en condiciones a lo largo de la acera", y los escritos que han remitido durante todos estos años al Ayuntamiento de El Ejido, "no han servido de nada, no nos hacen ningún caso".

En suma, como aclara el presidente de la Junta Local de San Agustín, Francisco Pérez, "desde la junta local hemos remitido numerosos escritos al respecto, así como también los propios vecinos fueron quienes se unieron para recoger firmas quejándose del mal estado de las calles de este barrio". Sin embargo, según puntualiza, "no hemos obtenido ningún tipo de respuesta", y mientras los años siguen pasando este vecino de San Agustín se encuentra "desesperado" y con una enorme sensación, como asegura, "de desamparo".

Joaquín, que se sirve a diario de la ayuda de su mujer y algunos de sus vecinos para salir un rato a su propia terraza a tomar el aire, no entiende, según enfatiza, "cómo pueden permitir que llevando aquí toda la vida, no pueda uno salir a la calle porque no quieren arreglarnos la calle". En su opinión, "el Ayuntamiento nunca nos ha hecho caso, y el núcleo de San Agustín está muy abandonado por su culpa".

Lo mismo opina María Victoria Molero, vecina también de esta barriada, y que además vive al lado de Joaquín. Madre de tres niños pequeños, señala que, "nuestros hijos no pueden ni salir a jugar a la calle, y cuando lo hacen vuelven con las piernas llenas de moratones y heridas por culpa de los baches y las piedras". Según añade, "siempre tenemos que tener las ventanas y puertas cerradas porque como el asfalto está en tan mal estado, sólo se levanta polvo cuando pasan los coches y nos entra todo a las casas". Eso sí, como apunta, "encima tampoco podemos ni echar agua con la manguera a las persianas o a la fachada porque nos multan".

Pero en este barrio de San Agustín, los vecinos también tienen otras preocupaciones. Brahim El Kani tiene un locutorio en esta calle y como lamenta, "me han colocado frente a mi local tres contenedores". Un hecho que se agrava aún más porque "hace casi dos años que estoy aquí nunca he visto limpiar estos contenedores". Según subraya, "hace algo más de un año y medio que pedí por escrito al Ayuntamiento que los retirara, pero no me contestaron". Más que resignados, estos vecinos reclaman una solución.