La crítica situación de las arcas municipales, con una deuda que ronda los 250 millones de euros, está llevando al equipo de Gobierno a hacer encaje de bolillos para poder reconducir la actual situación económica. De esa cantidad, aproximadamente 150 millones corresponden a las facturas pendientes que el Ayuntamiento tiene adquiridas con un gran número de proveedores, y que fueron generadas durante el mandato del anterior equipo de Gobierno, PAL. Ahora, el Partido Popular, al frente del Ayuntamiento, trabaja en establecer un plan de pago a los proveedores. "Éste se va a articular sobre dos ejes que entendemos fundamentales, que son el de antigüedad, es decir, habrá que ir afrontando aquellos pagos de más antigüedad pero, eso sí, siempre y cuando se sigan garantizando los servicios básicos.

Por tanto, sobre la base de garantizar los servicios básicos y en función de la antigüedad de las cantidades que se adeudan se va a ir configurando ese calendario de pago a los proveedores", aseguraba el concejal de Hacienda, José Francisco Rivera. Asimismo ha añadido que "habrá que negociar con cada uno la forma de ir haciendo frente a la deuda que el Ayuntamiento mantiene con ellos". El objetivo del equipo de Gobierno es ordenar toda la deuda a largo plazo, de forma que "podamos seguir funcionado en el día a día, para que el funcionamiento del Ayuntamiento no corra ningún riesgo de bloquearse", apostillaba Rivera.

A juicio del equipo de Gobierno si la política de despilfarro establecida por el Partido de Almería en los últimos años no se hubiera llevado a cabo la actual situación económica no sería tan crítica. "Cuando hay cientos de proveedores que están en la cuerda floja liquidando sus empresas, declarándose en concurso, despidiendo trabajadores o suplicando que les hagas un pago, me parece una tomadura de pelo que desde el equipo de gobierno se hayan permitido despilfarrar", declaraba Rivera.

Y es que, cabe recordar, que el PAL realizó gastos innecesarios en una época que ya era crítica para el Ayuntamiento, entre 2007 y 2009, como la adquisición de 23 libros de lujo por los que desembolsó 40.000 euros.