La vida en Pescadería-La Chanca no es fácil, sobre todo en los días en los que dependes de un candil o las velas del salón. Cientos de vecinos están sufriendo desde hace ya cuatro años los perjuicios de los enganches ilegales para las plantaciones de marihuana. Las familias de determinadas zonas del barrio se enfrentan a largos periodos de tiempo en los que no pueden cocinar, ni ducharse con agua caliente, ni cargar el móvil ni encender la televisión. Están anclados en otro tiempo por los permanentes cortes del servicio a consecuencia de las averías que generan la sobrecarga de la línea por las tomas irregulares y exigen a la compañía y también a las administraciones públicas que velen por sus intereses y busquen una solución a la problemática. De hecho, han convocado para las ocho de la tarde de hoy en la Puerta Purchena una primera concentración de protesta para reclamar un servicio digno para el barrio. El grupo de afectados de Pescadería-La Chanca llegó a contabilizar en el último mes una quincena de interrupciones del suministro en determinadas calles y aseguran que hay cortes de luz de periodos de hasta 25 horas. Una penitencia y calvario de cuatro años a la que quieren poner fin echándose a la calle para que les garanticen el servicio.