La XXVII edición de la San Silvestre celebrada este pasado sábado en la localidad de Huércal-Overa ha demostrado que tiene el futuro asegurado para las próximas décadas. Concretamente un centenar de niños de participaron en esta competición deportiva para poner a prueba sus piernas y disfrutar de una jornada de deporte.

Como es obvio, los pequeños atletas, encuadrados en categorias desde prebenjamín hasta cadete, no disputaron los diez kilómetros de los que consta la prueba si no que, dependiendo de su edad recorrieron entre 400 y 1.200 metros. Una distancia más acorde a su capacidad física y edad.

Los niños mostraron en todo momento su espítitu competitivo y desde la misma salida en la explanada del recinto ferial, junto al Pabellón de Deportes, no pararon de reír y esforzarse.

Y tras participar, el mejor momento llegó con los tradiciones podios en los que los pequeños mostraron su mejor humor y "demostraron que en Huércal-Overa tenemos una importante cantera de atletas, algo que nos llena de orgullo", explicaba el alcalde, Domingo Fernández.