El Ayuntamiento de Las Tres Villas, situado en el núcleo de Doña María, ha sido completamente transformado, rehabilitado. No se le conoce reforma alguna desde que la entrada en vigor de la democracia y su estado era ya un tanto lúgubre. "Era necesario para trabajar, teníamos hasta goteras", manifiesta la alcaldesa de la localidad, Virtudes Pérez, quien preparó para los vecinos una velada especial en el día de esta reinauguración, que se produjo durante la noche del pasado viernes.

En el acto se mostró una profunda transformación interior, tanto en paredes como en cañerías, puertas o ventanas, y en el exterior, donde ondean las banderas de España y Andalucía. A estas, próximamente se les añadirá la de la localidad, cuyo escudo ha sido diseñado recientemente señalando tres monumentos representativos de Las Tres Villas: el caballo de Piedras Blancas, el Peñón de la Encantada y la estación de tren, todo esto bajo el símbolo del olivo, el árbol más común de la zona y sobre el que gira y giraba la vida de muchos de los habitantes de este pueblo encuadrado en la zona media de la Comarca del Nacimiento, a la última antes de dar el paso de entrada a la vecina provincia de Granada.

La vida de pequeñas localidades como la de Las Tres Villas se mueve en torno a las celebraciones que marca el calendario municipal. Por eso, los vecinos respondieron a la llamada municipal y celebraron junto al equipo de gobierno este regreso a la vida del Ayuntamiento. Primero, en torno a las 20:00 horas, los doñamarieros, esculleros y ocañeros, tuvieron la oportunidad de hacer un recorrido por las reformadas instalaciones de esta casa consistorial. Virtudes Pérez y su equipo fueron los encargados de mostrar los detalles, las terminaciones y, por supuesto, el nuevo mobiliario, pues el antiguo ya estaba totalmente anticuado. Uno, por uno, los vecinos dieron la aprobación a una reforma que terminará beneficiando a todos.

Tras esto, fue el momento de proceder a la inauguración. La alcaldesa y su equipo de gobierno procedieron a destapar la placa con la que se recordará el 4 de octubre de 2013. "Era una reforma necesaria, espero que haya sido del agrado de todos, pero no hay algo más propio de los ciudadanos que el mismo Ayuntamiento, porque es el centro de nuestros derechos, obligaciones o peticiones", manifestó la alcaldesa dirigiéndose a las más de cien personas que se dieron cita en el acto ante las puertas del flamante Ayuntamiento.

En ese momento, los vecinos cogieron el protagonismo. Como ya sucede en las fiestas en honor a Santa Teresa de Jesús o en la Romería en honor a la Virgen de Fátima, el consistorio preparó para el pueblo una gran sartén de comida. En este caso no hubo paella, pero sí una carne en salsa con resultado espectacular. Manolo, como en otras ocasiones, fue el cocinero. Quien quisiera ayudar a la comida con un refresco, también tuvo la oportunidad. Y para rematar la noche, una actuación musical por parte de una joven vecina de la localidad.

La próxima cita de importancia en el municipio serán las fiestas de Doña María, que se celebrarán desde el próximo 12 de octubre hasta el 15.