Almería

Las casas se tiñen de blanco

  • El alcalde, Rafael Montes, ha iniciado un proceso de blanqueamiento para toda la localidad y conseguir, de esta forma, embellecer el pueblo

El Ayuntamiento de Fiñana quiere que sus calles se vistan de gala para hacer del pueblo una auténtica obra de arte. La idea de Rafael Montes, el alcalde, es realizar un proceso de blanqueamiento para toda la localidad, es decir, que todos sus habitantes pinten sus casas de color blanco y que el municipio sea uno de los lugares más exóticos de toda la provincia almeriense.

Este movimiento provocaría la llegada de un buen número de turistas al municipio que beneficiaría, sobre todo, a los locales de la zona. Sin duda, un pueblo entero pintado de blanco pasa a ser bastante llamativo y, por lo tanto, un reclamo para todo tipo de personas, tanto del extranjero como curiosos de otras localidades se acercarían a ver el resultado final del pueblo. Sin embargo, Rafael Montes afirma: "más que un tema turístico, estamos hablando de un proceso de transformación histórico pues el pueblo de Fiñana ha sido toda la vida de color blanco".

El primero en ponerse a punto ha sido el Ayuntamiento, pintando sus paredes para servir de ejemplo al resto de vecinos, algo que hay que resaltar. Los habitantes de Fiñana han recibido muy bien la iniciativa y ya hay muchas familias que han empezado a blanquear sus casas. "Este acto se aprobó en una ordenanza y se ha comunicado a todo el pueblo que hay que pintar todos los domicilios", aclaró.

Los habitantes se encuentran muy ilusionados con el movimiento, ya que a pesar de que ellos mismos se tienen que pagar los costes, en estos momentos hay un buen número de casas pintadas. La norma de Conservación y Ornato obliga a todos a realizar esta actividad y, aunque no hay un plazo fijo estipulado, se tomará medidas con aquellos que se nieguen o tarden en hacerlo. Por otro lado, uno de los quebraderos de cabeza del alcalde son los continuos tira y afloja con las compañías Sevillana Endesa y Telefónica, a lo que Rafael Montes considera una "guerra abierta". El problema surge porque miembros de la empresa de Telefónica realizan reparaciones en los cables de la luz y luego no lo dejan como estaba, sino que los dejan colgando por las casas afectando a la imagen del pueblo. Este problema no queda ahí, puesto que algunos vecinos del pueblo han presenciado como tras trabajar con los cables los han dejado tirados en la calle sin ningún siendo peligroso para los habitantes y, sobre todo, para los más pequeños del lugar. No todo son las compañías, debido a que hay vecinos que realizan obras en la fachada de su domicilio y luego no tienen reparo en dejar los cables de la luz de la misma forma que estaban. La solución según el alcalde es clara: "Hay que realizar medidas drásticas, tendré que imponer una serie de finanzas para garantizar que los vecinos dejen la fachada tal y como estaba al principio".

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