La venta ambulante ilegal vuelve a ser un problema en el municipio. En la Urbanización de Roquetas de Mar está arreciando de nuevo la presencia de personas que comercializan sus productos por el Paseo, lo que está provocando las iras e indignación de los comerciantes de la zona, principales perjudicados de este fenómeno, más aún cuando ven como estos vendedores no dudan en adentrarse en las terrazas de muchos establecimientos hosteleros para realizar sus ventas cara a cara con los clientes.

Prácticamente todos los empresarios de la zona están de acuerdo en que esta situación es insostenible y ya han lanzado la voz de alarma. "El problema", cuentan, es que "la Policía Local no nos está haciendo caso. Hace dos semanas me puse en contacto con la Policía Local y me dijeron que aquella misma tarde acudirían. Al ver que no, volví a llamar y me reconocieron que no tenían efectivos", explica uno de los comerciantes de esta zona, quien reconoce que desde el final de la semana pasada desde la Comisaría están algo más pendientes de sus peticiones y sí que se está viendo algo más de presencia, "pero muy insuficiente, ya que esto es la historia de siempre. En verano, cuando recibimos a la mayor parte de los turistas sí que se cuida más este aspecto, sin embargo, nosotros estamos aquí todo el año y vivimos de esto. Estamos hartos y creemos merecer otro trato y lo único que hacemos es reinvindicar lo que creemos que es justo; es nuestro pan", explican.

La asociación de vecinos del barrio se ha situado en más de una ocasión junto a los comerciantes y también le trasladaron en su día al Ayuntamiento su postura de solidaridad con respecto a sus vecinos los comerciantes, esos que forman parte del hábitat, de la historia y de la cultura de la Urbanización de Roquetas de Mar desde hace muchos años.

Por otro lado, los vendedores ambulantes, muchos de ellos inmigrantes, siempre han argumentado que su única manera de subsistir es con las ventas que hacen en la calle, pero denuncian sin embargo que no les dan más permisos porque no hay espacio para todos.

Todo ello ha dado lugar a un problema endémico en la Urba que da lugar a problemas indeseables y para los que se pide una mayor presencia policial.