Almería

Un comienzo de curso marcado por la virtualidad y el distanciamiento

  • Este año será imposible conocer de inicio a compañeros tal y como sucedía en años atrás

En el centro Cristián Luque, vino desde Jaén con su familia días antes de empezar como nuevo universitario.

En el centro Cristián Luque, vino desde Jaén con su familia días antes de empezar como nuevo universitario. / Javier Alonso (Almería)

Este curso quedarán atrás las sensaciones que provoca la primera visita que hace el alumno a la Universidad, o la primera vez que se sienta en el aula y alrededor todas son caras nuevas. O al salir la emoción de sentirse participe de un grupo selecto. Estaban allí porque pasaron una serie de pruebas que los han hecho merecedores de ser universitarios. Con temas de conversación más profundos que en el colegio. Aunque luego todo el intelecto acabe en una reunión en el césped o la cafetería del campus hablando de la cotidianidad. Es la evocación de fraternidad que este año los alumnos de nuevo ingreso como Cristián Luque, estudiante de Marketing e Investigación de Mercado proveniente de Jaén, o Joel Bernabéu, estudiante valenciano de Ingeniería Agrónoma, no van a experimentar en su primer año de carrera universitaria. Este lunes dará comienzo el curso 2020- 2021 y se hará online. De momento será durante las dos primeras semanas de curso y aún no queda claro el resto del año. Ni si habrá clases prácticas como tal y se conocían de años anteriores. Es evidente que ni Cristian ni Joel ni tantos otros universitarios de primer año podrán vivir el típico comienzo del camino a la Universidad. Tampoco harán amigos ni conocerán compañeros de clase en la cafetería o por los pasillos del lugar docente. De hecho no saben con certeza si tendrán la suerte de poder interactuar con los demás alumnos en las sesiones online. Joel se pregunta si podrá ver al resto de sus compañeros: "quién quiera y pueda se podrá poner la cámara web, pero habrá otros que no". Será raro no poder ponerle cara a un compañero de carrera.

Joel Bernabéu acudió al campus por primera vez para ir a secretaría en bicicleta. Ahora la secretaría funciona con cita previa. Joel Bernabéu acudió al campus por primera vez para ir a secretaría en bicicleta. Ahora la secretaría funciona con cita previa.

Joel Bernabéu acudió al campus por primera vez para ir a secretaría en bicicleta. Ahora la secretaría funciona con cita previa. / Javier Alonso (Almería)

Otra suerte corría Fernando de Amo, un estudiante de último curso de Administración de Empresas. Reconoce que el primer año fue más complicado, pero gracias a que hizo amistades rápido y que ya conoció de antes se le hizo sencillo. "Igual que en el cole, los primeros días eran para presentarte. Tardé en hacer amigos unas dos semanas. Los grupos de clase ayudaron a ello. Cuando nos mandaban trabajos, quedábamos por las tardes para hacerlos". Fernando menciona que quedaban en la cafetería y en las salas de estudio, que hoy sólo hay unas pocas habilitadas y se necesita reserva previa. "Este año lo veo complicado. Dicen que la parte teórica se hará desde casa y online y tiene pinta a que no sólo durante estas dos primeras semanas, sino todo el curso. Y la parte práctica dicen que será presencial. Supongo que serán individuales, nada por grupos". 

Fernando de Amo reservó su asiento para estudiar dentro de la biblioteca. Fernando de Amo reservó su asiento para estudiar dentro de la biblioteca.

Fernando de Amo reservó su asiento para estudiar dentro de la biblioteca. / Javier Alonso (Almería)

Ana Fernández, antigua alumna de Derecho y ahora opositora, tuvo la misma ventaja. Sentada en la biblioteca del centro, que ahora funciona reservando online previamente con la clave de estudiante. Ya que hay aforo limitado como medida sanitaria. Cuenta que su primer día de clase en la UAL fue buena: "Fui con muchas ganas para empezar la carrera que quería, conocer gente nueva y distinta. Hice amistades rápido y tuve la suerte que algunos compañeros de colegio coincidimos en la misma carrera".

Además del dilema de si el curso será virtual, muchos estudiantes de fuera que estén alquilando una estancia en la provincia, deberán debatirse entre seguir pagando por ella o retornar a sus respectivas ciudades y dar las clases desde el hogar familiar. El valenciano Joel Bernabéu tiene claro que no le compensaría pagar un alquiler pudiendo dar las asignaturas igualmente desde su casa en Valencia. Cristián Luque vino acompañado de su familia a conocer la ciudad, el campus universitario y buscar una habitación para la temporada. Acordó con el arrendatario incluir una cláusula: "en una situación de contagio universitario y cierre, los meses que tengamos que volver a casa no pagamos el alquiler del piso. Así ambas partes no pierden mucho". Coincide con la idea de sí las clases son íntegramente online, le compensaría volver a Jaén. Sumado a que ambos estudiantes prefieren lecciones presenciales frente a las virtuales: "conoces a más gente y a final de año las prácticas son esenciales para muchos grados. La teoría está muy bien, pero lo que te hace desenvolverte de cara al futuro son los conocimientos puestos en práctica" asegura Cristián.

Será un comienzo de curso marcado por dudas, inseguridades y, sobre todo, virtualidad.

Bibliotecaria con mascarilla empujando el carrito de los libros devueltos para ponerlos en cuarentena. Bibliotecaria con mascarilla empujando el carrito de los libros devueltos para ponerlos en cuarentena.

Bibliotecaria con mascarilla empujando el carrito de los libros devueltos para ponerlos en cuarentena. / Javier Alonso (Almería)

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