Como antesala de la Cumbre del Clima que se está celebrando estos días en París, miles de ciudades de todo el mundo han convocado diferentes manifestaciones para abogar por un cambio en las políticas medioambientales. En la Plaza Mayor de Vera tuvo lugar uno de estos actos el pasado domingo, reuniendo a decenas de ecologistas, en una concentración reivindicadora y festiva, donde no faltó la música con instrumentos reciclados.

El acto estuvo organizado por el artista alemán Thomas Neukirch, en colaboración con Avaaz, siendo uno de los más de 2.400 eventos promovidos por esta ONG en todo el planeta.

Además del mencionado Neukirch, en la concentración tomaron la palabra Dave Dene y Marina Carreño, de la Plataforma en Defensa del Acuífero del Río Aguas, Marcos Diéguez, de Ecologistas en Acción, y el biólogo y profesor de la Universidad de Almería, Francisco Javier Cabello Piñar. Todos coincidieron en la necesidad de reducir las emisiones de dióxido de carbono para evitar que la temperatura media del planeta siga subiendo. El objetivo es lograr que el ascenso térmico sea inferior a 2ºC a final de este siglo. "La temperatura va a subir 2ºC hagamos lo que hagamos, por eso debemos aprender a adaptarnos y evitar que suba más", manifestaba el profesor Cabello.

En los diferentes discursos se abogó por el uso de fuentes de energía renovables y limpias, como el viento o el sol, abundantes en la zona. Según sus palabras, este tipo de energía es más barato a largo plazo que la generada con combustibles fósiles. Así mismo, se pidió el cierre de la central térmica de Carboneras, "la segunda industria que más CO2 emite de España", según los datos ofrecidos por Marcos Diéguez, de Ecologistas en Acción. Además, añadió que el levante almeriense es uno de los lugares más contaminados de España, por culpa de estas actividades industriales y del clima poco lluvioso.

En el acto se quiso hacer hincapié en que el cambio climático es un problema global que afecta tanto a los ecosistemas como al propio ser humano. De hecho, Neukirch señaló que un cuarto de los mamíferos del planea podrían desaparecer como consecuencia del mismo. También se habló del "ecocidio" que se vive en el río Aguas, por el crecimiento de olivares de regadío.