Del glamour de la playa o un entorno rural, a la asepticidad de las dependencias consistoriales. La crisis y la puesta en marcha del cobro del 'desplazamiento' ha provocado que quienes optan por el matrimonio civil elijan la opción más económica. Así lo asegura José Manuel Navarro, jefe de Protocolo en el Ayuntamiento de Roquetas de Mar. "Hasta la entrada en vigor de la ordenanza sobre la tasa de bodas se solicitaban muchos sitios, ahora como se cobra por ir a ellos, buscan lo más barato que es el Salón de Sesiones de la Casa Consistorial".

La Ordenanza Fiscal Reguladora de las Tasas por la Utilizacion Privativa de Edificios e Instalaciones Municipales fija un precio mínimo de 70 euros para los matrimonios civiles en el Salón de Plenos y el Castillo Santa Ana, a los que se suman otras tarifas por servicios añadidos si la utilización del centro o instalación tiene lugar en hora nocturna o con luces, si se efectúa con servicio de alimentos, bebidas o catering, si se realiza en domingo o festivo, o hay equipos de sonido o actuaciones musicales.

Además del Ayuntamiento, los lugares más requeridos por los roqueteros para oficializar las uniones son el emblemático Castillo de Santa Ana y el Club de Golf de Playa Serena.

Aquellos que se puede permitir que su día más especial se celebre en la playa no son muchos, aunque "alguna se pide y se ha hecho, muy pocas... además se debe pedir permiso a Costas y eso dificulta más las solicitudes", explica Navarro.

En cuanto a las fechas más requeridas, éstas van de abril a octubre, predominando sobre todo los meses de junio y septiembre, que concentran un mayor número de uniones.

Respecto a la edad de los contrayentes, "casi todos están entre los 28 y los 35 años", apunta el jefe de Protocolo del Ayuntamiento roquetero.