Sociedad

Alimentos, medicinas y ropa para más de 4.000 familias

  • ·Cruz Roja cubre las necesidades básicas de miles de hogares almerienses durante 2020

  • ·Sonia y su pequeña son ejemplo del éxito del programa del Departamento de Familias

Verónica Carrillo y Jesús López durante la entrevista con Diario de Almería.

Verónica Carrillo y Jesús López durante la entrevista con Diario de Almería. / Rafael González

"No olvidaré nunca lo que Cruz Roja ha hecho por mi hija y por mi”. Para Sonia Ramos la persona que le abrió las puertas de Cruz Roja es su “ángel de la guarda”. Madre soltera, sin trabajo, con una vivienda hipotecada por la que ya había recibido el aviso del banco de tener que abandonarla por no poder hacer frente a los pagos, después de recurrir a los servicios sociales y no recibir respuesta alguna decidió enviar un correo electrónico a Cruz Roja.

Sonia y su pequeña Sonia y su pequeña

Sonia y su pequeña / D.A.

Un mensaje que sin duda cambió la vida de Sonia y de su pequeña y al que no dudó ni un segundo en dar respuesta Verónica Carrillo, responsable del Departamento de Familias de Cruz Roja. “Me han dado todo y más desde el primer momento”. Comida, medicamentos para mi hija, yo llevaba unas gafas con las que no veía y me las graduaron, mi coche de 20 años que necesitaba para poder moverme por la zona en la que vivimos no pasaba la ITV y me ayudaron a repararlo, me orientaron e hice talleres a través del Plan de Empleo de Cruz Roja y finalmente he conseguido un trabajo”.

Y como a Sonia, Cruz Roja ha abierto las puertas de esta Institución a más de 4.000 familias a lo largo del pasado año 2020. Verónica Carrillo asegura que a lo largo de 2020 “hemos triplicado el número de familias atendidas”. En los cuatro primeros meses de pandemia en la capital fueron 2.500 los hogares desde los que solicitaron ayuda a Cruz Roja. Familias que no conocían los recursos sociales, que vivían al día, que no tenían ahorros.

“Familias muy normalizadas”, asegura la responsable del departamento que ha hecho posible que en más de 4.000 casas de toda la provincia hayan tenido cubiertas las necesidades más básicas. Hay muchas puertas de entrada a Cruz Roja para las familias si bien es cierto que la principal es el servicio de asuntos sociales del distrito en el que residan. Es en este lugar en el que los profesionales realizan una primera valoración y la derivación al departamento de Familias de Cruz Roja. También pueden solicitar cita previa en las distintas sedes de la capital, Adra, El Ejido, Roquetas de Mar, Vera, Pulpí, Mojácar y Macael.

Jesús López es voluntario de esta sección en la que ejerce de tutor de aquellas personas que necesitan ayuda. “Cuando llegan les hacemos una entrevista muy amplia. Tenemos que conocer todas las necesidades económicas, familiares, sociales... A veces necesitamos hacer más de una entrevista porque hay circunstancias de todo tipo y a muchas personas les cuesta reflejar su realidad”. “En la mayoría de ocasiones nos manifiestan que sienten vergüenza por tener que pedir ayuda, pero es que estamos para eso”, asevera Jesús López. “Cubrimos las necesidades básicas como alimentación, medicamentos, suministros... mientras llevamos a cabo todo un proceso para la inserción laboral del usuarios en cuestión”.

Desde Cruz Roja “queremos activar a la persona y no esté de forma permanente dependiendo de las ayudas”. “Les ofrecemos cursos y talleres de formación, buscamos sus habilidades y sacamos lo mejor de ellos”. Tenemos acuerdos con más de 400 empresas, con las distintas administraciones, con asociaciones...”. Una doble misión en la que Cruz Roja emplea meses sin soltar de la mano a aquellas familias que más lo necesitan. Vales de compra en supermercados, entrega de alimentos, vales para farmacia, para óptica y todo con control muy estricto.

“En el caso de los vales de supermercado solo pueden adquirir bienes de primera necesidad, al igual que en la farmacia. Todo va acompañado de factura y seguimiento exhaustivo”. “Nosotros tenemos que justificar cada céntimo”, asegura la responsable del departamento de Familias.

Un 60% de mujeres, un 40% de hombres y todos ellos de familias muy normalizadas, con tendencia a monoparentales. El perfil ha dado un giro de 180 grados en la última década. Si antes eran familias residentes en zonas marginales, con problemas de adicciones, “ahora llega gente que hasta hace poco vivía en un chalé”, asegura Verónica Carillo quien ha explicado que desde Cruz Roja “nos regimos por el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), un índice empleado en España como referencia para la concesión de ayudas, subvenciones o el subsidio de desempleo”. En función de este indicador y de las circunstancias propias de cada familia se destinan las distintas ayudas, al tiempo que se preparan para el acceso al mercado laboral.

Las mujeres en su mayoría encuentran trabajo en limpieza hospitalaria, ayuda a domicilio, cajeras y dependientas en general, y los hombres en almacenes, como carretilleros, en la construcción, jardinería, hostelería... “Nuestro tiempo mínimo acompañándolos es de entre 3 y 4 meses, y siempre pidiendo la máxima implicación de la familia", ha detallado Carillo.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios