Cuaresma

Diez mil fieles veneraron en la Catedral a Jesús de Medinaceli

  • Los Gastadores de Artillería de La Legión custodiaron la Imagen durante parte de la mañana

Un momento de la mañana.

Un momento de la mañana. / JAVIER ALONSO (ALMERÍA)

Existen tradiciones con las que no hay virus que pueda. Es el caso del Besapiés a Jesús Cautivo de Medinaceli que cada año congrega en ciudades y pueblos españoles miles de fieles. En 2020 hubo Besapiés pocos días antes del confinamiento y el pasado año se celebró una severa Veneración a la Imagen. Afortunadamente este 2022 se ha vuelto a celebrar con un protocolo más laxo: no había Besapiés pero se toleraba rozarle mínimamente los pies o el manto al Cristo

Colas para entrar en la capilla. Colas para entrar en la capilla.

Colas para entrar en la capilla. / JAVIER ALONSO (ALMERÍA)

A las 7.30 de la mañana abrieron las puertas de la Catedral y comenzó el flujo de almerienses deseosos de venerar, que no besar, la Imagen del Cautivo. Fueron madrugadores el presidente de la Diputación, Javier Aureliano García, y el alcalde, Ramón Fernández Pacheco, acompañados ambos de varios diputados y concejales de sus respectivos órganos de gobierno.

Emotiva resultó la visita de Juan Megino, alcalde de Almería cuando se bendijo la actual Imagen tras el incendio de la madrugada del Miércoles Santo de 1996. 

Este 2022 se cumplen 25 años de la bendición de la actual Imagen del Cristo de Medinaceli

Sin duda, las horas más espectaculares de la mañana fueron hacia el mediodía, cuando el grupo de Gastadores de Artillería de la Legión, hermanos honorarios, custodiaron con su marcialidad habitual, la Imagen que, a decir de su hermana mayor, María del Mar Marín, “este viernes no es de nuestra Cofradía sino de toda la ciudad de Almería”. Calcularon que unos diez mil almerienses pasaron por la capilla de la Misericordia para venerar a Jesús Cautivo de Medinaceli.

A lo largo de toda la jornada hubo confesiones y se celebraron  hasta cinco eucaristías, siendo la de las 12 oficiada por el Vicario General, Ignacio López Román. El Cautivo estrenó dos escapularios donados por la cuadrilla de costaleros, bordados en oro fino y seda en el taller malagueño de Juan Rosén.

Tras la última misa, celebrada a las 19.30, aún había cola para visitar al Medinaceli. “No cerraremos el templo mientras haya gente”, algo que, calculaban, sucedería hacia las 22 h

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