Almería

Las gallinas de la mujer del alcalde

  • El PSOE denuncia que tiene un corral en el pueblo y el regidor, Antonio Abad (PP) dice que Sanidad legaliza su ubicación Los ocho ejemplares se han convertido en motivo de disputa

Nunca antes ocho gallinas dieron tanta guerra. Los ejemplares en cuestión, propiedad de la mujer del alcalde del pequeño municipio de Santa Cruz de Marchena, Antonio Abad, han provocado un debate político sin precedentes. Desde el PSOE denuncian que la ubicación del corral, en las inmediaciones del casco urbano, concretamente en la calle Azora, es ilegal y que los vecinos se quejan de los malos olores que irradian de él.

"Está provocando numerosas molestias a los vecinos de la zona, quienes están teniendo que aguantar suciedad, basura y unos olores insoportables, provocados por la falta de higiene", denuncia el portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento, Luis Valverde.

El alcalde, Antonio Abad, se ha mostrado tajante con las declaraciones de Valverde y explica a Diario de Almería que "el corral es totalmente legal y cumple todos los requisitos de salubridad". Abad explica que hace unos días recibió la visita de una inspector de Sanidad de la Junta "y él mismo me certificó que el corral cumple con todos los requisitos y que, al ser para consumo propio, no es ilegal".

Valverde considera que este es un caso de abuso de poder y que "recuerda a los tiempos más oscuros de la dictadura" y ha lamentado que el alcalde, "aunque se crea por encima del bien y del mal, también tiene la obligación de cumplir la ley, como todo".

Para Abad esta denuncia del PSOE "es una tontería" porque a su juicio "deberían de hacer labores de oposición y no fijarse en la ubicación de un corral de gallinas que cumple con la legalidad y no emite olores de ningún tipo".

El regidor lamenta la actitud del PSOE "que nos manda un inspector de Sanidad cada dos por tres" ironiza. En esta línea, Abad explica que hace unos meses el agua comenzó a salir turbia y "a los dos días había un inspector de Salud para verificar qué pasaba. Fue una rotura que se solucionó al instante"

Ajenas a todo esto dilema político, las gallinas de la mujer de Abad siguen haciendo su vida y poniendo huevos. Aún desconocen si tendrán que mudarse o no de ubicación.

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