"Tenemos que ser más inteligentes, el mar no puede darnos eternamente lo que le pedimos. El mar es muy rico, tiene mucha capacidad, pero también tiene sus normas biológicas que debemos respetar". Este es uno de los mensajes incluidos en la Campaña de Sensibilización promovida por la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, para favorecer un cambio de actitud en la población andaluza ante el consumo de especies que no alcanzan la talla o el peso mínimo legal, los conocidos como inmaduros. La Campaña de Sensibilización iniciada ayer en Garrucha, hoy sábado estará en Vera y mañana domingo en San José, para, posteriormente, recorrer todos los municipios del litoral almeriense, está coordinada por Macarena Molina Hernández, gerente de Ecoalmería Iniciativas Ambientales, compañía que se dedica a la educación ambiental, sensibilización de consumos, consumos sostenibles, y que desde hace diez años trabaja y colabora con la Asociación Pescartes, pescadores artesanales que trabajan en el Parque Natural para la conservación y puesta en valía del patrimonio pesquero.

La carpa informativa de la Consejería de Agricultura y Pesca instalada en el Paseo Marítimo de Garrucha tuvo una excelente acogida a juzgar por las numerosas personas que se acercaban y atendían las explicaciones de los monitores Ricardo, Ana, Sasi y María Ángeles. Macarena Molina detallaba a este periódico la estructura de la carpa, "dividida en cuatro módulos. Comienza por informar de qué es lo que se va a conocer durante la visita. En la unidad central se encuentran los contenidos informativos dirigidos a adultos: cuáles son los tipos de fondos marinos donde se puede llevar a cabo la pesca; cómo llega el pescado hasta el consumidor y la exigencia del etiquetado; la importancia nutricional del pescado y cómo reconocer un pescado fresco; exposición de artes de pesca para explicar las artes de pesca más comunes. El siguiente módulo está pensado para los niños, las explicaciones se apoyan en juegos participativos. En la última unidad de la carpa se les enseña a los niños a manejar artes de pesca". Era el caso de la práctica de la pesca de cerco, entre otros.

Hacía hincapié Macarena Molina en la importancia de la implicación de los consumidores. Si no nos involucramos en el conocimiento y respeto acerca de la importancia del patrimonio pesquero vinculado a la población andaluza y "especialmente en que la repercusión final del consumo de inmaduros en el ecosistema marino no beneficia a nadie". Si no dejamos, concluía Molina, que se reproduzca acabaremos con la población de las especies. Se considera que un pescado es inmaduro dependiendo de la especie, no hay un tamaño estándar: en los pulpos se tiene en cuenta el peso, en las chirlas están establecidos unos centímetros, cada especie se regula anualmente por parte de la Consejería de Agricultura y Pesca que, además, se encarga de actualizarlas

La captura de inmaduros está perseguida y sancionada. Cada vez se favorecen más los artes selectivos que son los que no producen descartes, es decir, aquellos que cogen sólo lo que se puede comercializar y el resto ni siquiera se toca, artes respetuosos con el medio marino.