Almería

La inversión en I+D continúa como la asignatura pendiente

  • Roberto García apunta a los avances tecnológicos, pero, en su mayoría, dice que son importados

Las nuevas tecnologías aumentan la productividad en las explotaciones.

Las nuevas tecnologías aumentan la productividad en las explotaciones. / javier alonso

La inversión en I+D realizada por el sector agroalimentario español fue de 241 millones de euros en 2015 (último dato disponible), lo que supone el 3,5 % del total de la economía. Llama especialmente la atención que, a diferencia de la UE-28 cuya inversión en I+D crece de manera acumulada un 36% entre los años 2006 y 2015, en España ha caído un 16,6%, tal y como se expone en el observatorio publicado por Cajamar. Éste añade que, además, el esfuerzo innovador (I+D/VAB) del sector agroalimentario en España registra en 2015 su valor más bajo de los últimos diez años, anotando el 0,4%, un 30% por debajo del realizado por la UE-28 (0,6%). En el ranking europeo de esfuerzo innovador nuestro país se sitúa en la parte baja de la UE-28, con un valor cinco veces inferior al de los Países Bajos, país con el mayor esfuerzo inversor del sector agroalimentario (2,%) de la UE-28. Con todo esto la inversión en I+D sigue siendo la asignatura pendiente.

El director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar, Roberto García, subrayaba ayer que en los últimos años el sector agrario español ha sido muy dinámico en la incorporación de innovaciones tecnológicas. "Así lo demuestra el hecho de que seamos el país de la UE que más valor genera en la fase primaria, y que hayamos sido capaces de liderar el crecimiento de determinadas producciones en Europa como el aceite de oliva, el vino, las frutas y hortalizas, los cítricos, el porcino y las aves". De acuerdo a sus palabras, ha sido posible por el esfuerzo inversor en la modernización de las explotaciones, que han visto cómo aumentaba su productividad gracias a la incorporación de nuevas tecnologías. "No obstante, la mayoría de estos avances no se han desarrollado en España, sino que han sido importados. Un fenómeno que actualmente supone una pérdida significativa de generación de actividad de alto valor, pero también una oportunidad a potenciar en el futuro. Para ello, además de en infraestructuras y procesos de producción, hay que intensificar el esfuerzo inversor en innovación hasta alcanzar los niveles de nuestros vecinos europeos a la vanguardia del sector, como los Países Bajos".

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