El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Roquetas de Mar ha incoado diligencias previas contra tres hombres por un presunto delito de abuso sexual con acceso carnal que habrían realizado en grupo a una joven de 18 años.

La víctima denunció que estuvo de fiesta con los investigados y una amiga en el 501 de Aguadulce, hasta que alrededor de las cinco y media de la madrugada del pasado 26 de mayo se fueron con éstos a la casa de uno de ellos en este municipio, según consta en documentos policiales y judiciales incluidos en el sumario de la causa, a los que ha tenido acceso Diario de Almería.

De acuerdo a este relato, una vez allí, ambas mantuvieron relaciones sexuales con los investigados pero “en un momento dado la denunciante se negó a continuar, haciendo caso omiso los tres hombres (...), manteniendo relaciones sexuales no consentidas” con ella.

Tras hablar con otra conocida, la víctima acudió el 27 de mayo a un centro de salud, donde relató lo ocurrido y desde donde fue derivada al Hospital Torrecárdenas, tras lo que los sanitarios pusieron en conocimiento de la Guardia Civil lo que la joven había narrado.

Posteriormente, contó a los agentes del Instituto Armado que los investigados las habían recogido a ella y a su amiga en otro municipio almeriense para ir a unas fiestas en Roquetas de Mar, insistiendo en que pasadas unas horas se fueron a la casa de uno de ellos.

Allí uno de los investigados le habría realizado tocamientos y la penetró. En este momento, según la denunciante, le habría dicho “párate” pero éste habría continuado mientras ella se quedaba “bloqueada”, actuando del mismo modo los otros dos hombres, tras lo que la llevaron a ella y a su amiga en coche a la vivienda de esta última.

En sede judicial la mujer señaló que uno de ellos le había realizado tocamientos en primer lugar sin que le dijese “nada” o que “parara”, que “no era ni con gusto ni nada”, y que fue así hasta que la penetró otro de ellos, el que había actuado como conductor. Fue supuestamente entonces cuando le pidió que parase sin que éste cesase en su actitud, según la joven, quien sostuvo que “todos lo escucharon y no le dijeron que parara” y que cuando terminó, los otros continuaron alternándose entre ella y su amiga.

Añadió que cuando exigió al conductor que no continuara “lo dijo bien claro” y que todos los presentes “se enteraron de que no quería tener relaciones, que empleó un tono firme y no se le trababa la lengua por el alcohol”. Contó también que se enfadó porque no la habían llevado a casa, que se sentía “sucia” y que sólo al día siguiente “fue consciente de la gravedad de los hechos” tras hablar con otra amiga.

También en sede judicial, los investigados confirmaron este relato excepto en lo relativo a que la chica dijese de parar, se quedara inmóvil, o que no consintiera tener relaciones con ellos, apuntando uno de ellos que la víctima pudo “enfadarse” porque no la habían llevado a su casa, sino a la de su amiga.

Uno de ellos insistió en que había sido denunciado porque su amigo no pudo llevar a la víctima a su hogar, y que la chica fue “en todo momento receptiva”. Los investigados también se refirieron a unas conversaciones de WhatsApp en las que la víctima habría manifestado su intención de mantener relaciones sexuales esa noche.