Almería

Los jóvenes músicos de la OJAL salvan la Navidad con dulces notas musicales

  • La Orquesta Joven de Almería celebró un concierto dividido en dos partes · El espectáculo estuvo dirigido por Michael Thomas

Salvar el espíritu de la Navidad fue el objetivo primordial del concierto que celebró anoche la Orquesta Joven de Almería (OJAL) en el Auditorio Maestro Padilla. Michael Thomas fue el encargado de dirigir a los músicos que ofrecieron un espectáculo donde el sonido de los instrumentos se convirtió en uno.

El concierto se dividió en dos partes. La primera, que estaba compuesta por los más pequeños de la OJAL y por los integrantes del Coro Infantil de la OCAL, se titulaba El regreso de Trombonetti, y la segunda, con los mayores de la Orquesta Joven acompañados por los bailarines de la Academia Adagio, recibió el nombre de Selección de Cascanueces, Bella Durmiente y Lago de los Cisnes.

El principio del concierto fue teatralizado. Con diapositivas de fondo, la música como banda sonora y los intérpretes como parte dramatizadora del espectáculo, el secuestro de Santa Claus se vivió con momentos que iban desde las notas más dulces hasta las situaciones más cómicas cuando los protagonistas del coro se enfundaron una sábana blanca para hacer de fantasmas.

En un tono operístico, los vocalistas e intérpretes de la primera parte consiguieron devolver el espíritu de la Navidad librando a Santa Claus, interpretado por Álvaro Concepción, de su secuestro. Héctor Morata (trombón de varas) representó a Trombonetti. También apareció un arlequín que tomó protagonismo en distintos momentos.

La música de Wolfgang Mozart fue la protagonista en la primera parte del concierto y sonó en varias ocasiones.

Los actores animaron al público a repetir junto a ellos tres veces la palabra Navidad y el villancico Noche de paz fue el que concluyó la primera parte del espectáculo.

Tras un pequeño parón, para reponer fuerzas y colocar el escenario, le tocó el turno a los jóvenes mayores.

Los músicos demostraron su destreza al afinar las notas y conseguir un único sonido. Uno de los momentos que más ternura despertó en los asistentes fue cuando entraron en escena los más pequeños de la Academia Adagio.

Las más expertas de la Academia también ofrecieron su arte con un baile donde realizaban diferentes pasos acompañadas de abanicos de colores.

La delicadeza y la dulzura en las notas fueron los puntos clave en la actuación de la OJAL y la buena fusión de sonidos se pudo ver en los distintos momentos de su actuación.

Tras la segunda parte, pequeños y mayores se juntaron para ofrecer canciones típicas de estas fechas que gustó al público presente en un Auditorio que estuvo repleto de asistentes.

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