Eran un pocos y era hace 20 años. Y reunidos en el Hotel Indálico, surgió la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Almería (Asafal). Tras toda una vida de apego al tren, un grupo de almerienses, al principio reducido -lideradas hasta hoy por Jesús Martínez Capel-, creyeron que era el momento de crear, en Almería, un colectivo que profesara su pasión por el tren y, al mismo tiempo, estuviera presente en todas y cada una de las reivindicaciones necesarias para impulsar esta infraestructura en una provincia que aún siendo pionera en sus inicios, en la actualidad se ha quedado rezagada. Pero ahí está, Asafal sigue estando presente 20 años después, sin perder ni un ápice de lo que les ha hecho ser una de las asociaciones de amigos del tren más reconocidas de todo el país.

El pasado viernes, la asociación presentaba, junto a Correos y Telégrafos una tarjeta prepagada dedicada a la Estación de Ferrocarril de Almería. Y los actos de este vigésimo aniversario continuaron ayer con las jornadas de puertas abiertas que el colectivo celebró en su flamante sede de la calle Tauro. Un lugar que se ha convertido en un auténtico museo que alberga piezas de auténtico valor relacionadas con el tren en forma de objetos e incluso imágenes, además de las maquetas ferroviarias de tren eléctrico de escalas HO y N, además, pudieron contemplarse multitud de piezas museísticas.

Ha llovido ya desde aquel mes de marzo de 1999 en el que el colectivo marcaba un primer hito en la recuperación del sentimiento ferroviario en la provincia con la celebración del 'tren del centenario'. Cien años después de que se inaugurara por completo la línea entre Línares y Almería decidieron que la mejor manera de rendir un homenaje a las personas que creyeron en el tramo.

Así que pidieron un tren prestado a Renfe, lo llenaron con 200 pasajeros y realizaron un recorrido desde Fiñana a la vieja estación de Almería, la que hoy sigue esperando para ser declarada Bien de Interés Cultural. El tren era un automotor 592 de Regionales-Renfe. Fue engaladao para la cita. El alcalde de Fiñana descubrió una placa conmerativa que todavía luce en el edificio de la estación.

Asafal despertó, otra vez, el sentimiento ferroviario de la provincia apenas un año después de su creación. Fueron 17 amantes del tren, en su mayoría relacionados con el mundo ferroviario, que habían dedicado toda su vida al manejo y cuidado de las máquinas. Jesús Martínez Capel ha sido el presidente del colectivo hasta la actualidad y aún sigue presente en las importantes reivindicaciones que la provincia tiene en esta materia, ya no solo con la llegada del AVE, si no con la mejora de muchos aspectos del tren convencional.

Asafal se define como un colectivo independiente, de carácter civico-cultural y recreativo. Fue constituida en enero de 1998 y, al igual que otras muchas surgidas en ciudades españolas y de otros países, tiene el ánimo de agrupar a todas aquellas personas interesadas por el mundo del ferrocarril, en cualquiera de sus múltiples facetas. Igualmente, ASAFAL se constituye con el objetivo de fomentar y dar a conocer las ventajas que tiene este medio de transporte.

El colectivo almeriense es miembro de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Ferrocarril, una entidad sin ánimo de lucro que aglutina a la práctica totalidad de las Asociaciones de Amigos del Ferrocarril de España. Coincidiendo con la celebración del Centenario de la locomotora de M.Z.A. nº 246, que tuvo lugar en Madrid el día 23 de mayo de 1957, representantes de las Asociaciones de Amigos del Ferrocarril de Barcelona, Madrid y Valencia empezaron a hablar de la conveniencia de agruparse en una Federación a nivel nacional. Años después, concretamente el día 29 de junio de 1963, convocados por Juan Bautista Cabrera, presidente de la Asociación de Madrid, se reúnen en Zaragoza representantes de las Asociaciones de Barcelona, Madrid, Bilbao, Valencia, Sevilla y Navarra, donde se presenta el primer proyecto de Estatutos. Un año mas tarde, el 29 de junio de 1964, tiene lugar la Constitución de la Federación y se aprueban los Estatutos definitivos.