Tiene más apariencia de cárcel que de una vivienda. Y dista mucho de ser un hogar. Es la casa de Saquina Delgalle, que comparte con otras tres personas más, incluido su hijo menor en el edificio El Patio, totalmente sujeto por las ‘pinzas’ de un millar de puntales desde que hace cinco años su estructura comenzara a caerse a pedazos. Fue, la de enero de 2016, la mayor evacuación y operación de realojo a la que se ha enfrentado el Ayuntamiento de Almería y la situación más compleja en materia de infravivienda de la capital almeriense, que hoy ve en ese patio central que caracteriza al inmueble su resurgimiento. La firma de un convenio de colaboración entre tres administraciones (Junta, Ayuntamiento y Gobierno central), da vía libre a una inversión pública de tres millones de euros que permitirá la rehabilitación de este edificio de Pescadería-La Chanca, junto a las viviendas de la calle Estrella Polar y el entorno de los dos de los torreones califales de la antigua muralla que aún se mantienen en pie en la barriada.

Al mismo patio de El Patio accedía la consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Marifrán Carazo, y el alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco, quienes a viva voz comunicaban a un vecino asomado entre los puntales que, en el primer semestre de 2022, comenzarán las obras para dar a sus casas la seguridad y dignidad de las que ahora mismo carecen.

La consejera y el alcalde anuncian a un vecino la firma del convenio y el inicio de obras en 2020

Explicaban las autoridades lo que pocos minutos antes acababan de hacer ante la prensa, en la zona –más segura– de la calle Estrella Polar, donde otras 40 viviendas serán rehabilitadas al quedar integradas, junto a las 106 de El Patio, en la denominada Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) de Pescadería-avenida del Mar, que les ha permitido acceder al Plan Vive andaluz y formar parte de una cartera de proyectos que requieren una solución urbanística y social. Sobre todo, permitir la entrada de inversión pública en propiedades privadas, una iniciativa que la consejera enfatizaba de “pionera” con el único antecedente de Santa Adela, en Granada.

El convenio de colaboración rubricado inyectará en El Patio, en las casas de Estrella Polar y los dos torreones un total de 2.969.500 euros, de los que la subvención aportada por la Junta de Andalucía y el Ministerio de Transportes sufraga el 68,1 por ciento –dos millones–, mientras que el resto de la aportación lo abonará el Consistorio (31,9%).

La consejera, en la rueda de prensa ofrecida sin representantes del Gobierno central, ha expuesto que toda rehabilitación de viviendas en una barriada es una buena noticia, pero “lo es más sin duda en El Patio, cuyos vecinos llevaban demasiado tiempo viviendo en una situación de incertidumbre y desamparo”, ante la precariedad de las viviendas que tuvieron que ser desalojadas por el derrumbe parcial de una de sus pasarelas, resultando herido un vecino y forzando el desalojo precipitado de más de un centenar de familias.

La consejera de Fomento explicó los detalles del programa en la calle Estrella Polar, junto a uno de los torreones a rehabilitar

“De la noche a la mañana se vieron desalojados y después viviendo con sus casas apuntaladas”, ha recordado Carazo, quien ha podido congratularse de “la siempre necesaria colaboración de las administraciones”, que posibilitará que, a través de estas ayudas, “los vecinos de El Patio y de Estrella Polar puedan residir en unas viviendas seguras y en las mejores condiciones”.

Siguiendo el modelo antes citado del barrio de Santa Adela, referente a nivel nacional en rehabilitación, el procedimiento implica el realojo, en los casos que sea necesario, de los vecinos; la demolición o adecuación de las antiguas viviendas; y, por último, la construcción de nuevas y acompañamiento social.

El Ayuntamiento actuará como entidad colaboradora y se encargará de la redacción de los proyectos y la licitación posterior de las obras, así como de la interlocución con los vecinos y del proceso de participación vecinal. Los límites del área se encuentran bien definidos, esencialmente formados por la avenida del Mar al este, la calle Remo al oeste, calle Juan Goytisolo al sur y los restos de la antigua muralla al norte.

“Estamos aquí para decirles a los vecinos de estas zonas de Pescadería que estamos poniendo en marcha un proyecto para facilitarles un entorno seguro, cómodo y digno, en el que van a poder seguir siendo protagonistas y partícipes de la vida diaria de Almería”, añadía el alcalde Fernández-Pacheco, agradeciendo a la consejera de Fomento “su decidida implicación en la solución de los proyectos que llegan a la Junta de Andalucía a través del Ayuntamiento de Almería”.

Si bien hay un horizonte señalado para el inicio de las obras –primer semestre del próximo año–, su conclusión no puede ser todavía concretada, aunque la consejera baraja como posible un plazo de ejecución de 18 meses.

La concejal de Urbanismo e Infraestructura, Ana Martínez Labella, ha especificado al respecto que la Gerencia, tras haber conseguido acceder a este programa, dispone del informe de patologías del edificio de El Patio, debiendo ahora procederse a la redacción del proyecto, con el que sí cuentan las viviendas de Estrella Polar. También hay que redactar los proyectos de restauración del entorno de los torreones y es necesario guiar a los vecinos afectados a constituirse como comunidad, mientras que el Ayuntamiento adoptará la figura de entidad gestora.

Saquina Delgalle asegura ser propietaria de uno de los pisos de este Patio construido hace más de 60 años. “Tengo los papeles, pago la luz, el agua, la basura..., lo tengo todo”, incide a la espera de poder disfrutar, una vez acabadas las obras, de una nueva casa. Pero en esta comunidad no todo son propietarios, o lo han sido con contratos sin reglar, y otros no lo son. Lo explica, de una forma clara, así como la necesidad de esa entidad gestora, otro vecino, Eduardo Cañadas Rodríguez, que lleva residiendo en El Patio “hará unos 35 años”.

“Hay gente con documentos, otras casas son del banco y otros han venido estos últimos años a ver lo que pillan”, expone Cañadas Rodríguez, para quien es tan necesario este programa de rehabilitación de vivienda como actuaciones de carácter inmediato que garanticen los servicios básicos como el suministro de agua y eléctrico, con interrupciones constantes debido, según detalla, a enganches ilegales.

La falta de limpieza y la inexistencia del servicio de Correo, son otros problemas añadidos en el día a día de El Patio, donde sus vecinos aseguran que viven pendientes de esos puntales que les separa de una vivienda digna. “Tengo mucho miedo de que mi casa se me venga abajo. No duermo, estoy siempre nerviosa”, lamenta Delgalle, mientras saluda a una vecina y a su pequeño, quien no la pierda de vista desde lo alto y entre los barrotes de hierro a los que está habituado.