Es considerado como uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. La prevalencia de la obesidad infantil ha aumentado a un ritmo alarmante, especialmente desde la llegada de la COVID-19. Las cifras apuntan a que 1 de cada 3 niños almerienses sufre problemas de sobrepeso, en un 95% de los casos originado por la mala alimentación y solamente en un 5% por otras enfermedades.

El pediatra Roberto Rodríguez ha alertado de que “la obesidad infantil es una enfermedad crónica y prevenirla en niños evitará que éstos sean adultos obesos”. “Es fácil poder prevenir en los más pequeños con una correcta alimentación y ejercicio físico. De lo contrario los menores quedan expuestos a sufrir como consecuencia del sobrepeso hipertensión, hiperglucemia, trastornos del sueño, lesiones en piel, etc., además de las repercusiones psicológicas”, ha advertido el doctor Rodríguez, quien ha asegurado en este sentido que “los niños que llegan a la consulta con problemas de sobrepeso no son niños felices”.

El último Estudio ALADINO sobre la Alimentación, Actividad Física, Desarrollo Infantil y Obesidad en España, relativo a niños y niñas de entre 6 y 9 años- refleja que un 58,5% de escolares se sitúa en valores de normopeso mientras que el 0,9% sufre delgadez y el 40,6% tiene exceso de peso. De los niños y niñas con exceso de peso, el 23,3% está en niveles de sobrepeso y el 17,3% sufre obesidad.

Un aspecto a considerar es el que los padres de los menores con exceso de peso -que incluye tanto a quienes tienen sobrepeso como a quienes tienen obesidad- no perciben el problema y frecuentemente consideran su peso como normal o sólo como ligero sobrepeso. El 88,6% de los padres de escolares con sobrepeso no lo perciben como tal. La cifra se sitúa en un 42,7% cuando se trata de obesidad y en el 19,1% cuando el niño o niña sufre obesidad severa.

En cuanto a la calidad de su alimentación, el informe detalla que un 76,2% de los escolares ha de mejorarla. Aunque ha aumentado el consumo de fruta respecto a años anteriores, solo un 20,1% de los escolares la consume habitualmente en el desayuno, mientras que los alimentos que deberían ser ocasionales tales como galletas, pasteles, bollería, batidos, néctares y golosinas se consumen incluso cuatro o más veces por semana, en un porcentaje no desdeñable de escolares.

El doctor Rodríguez aboga por la educación nutricional en las aulas

ALADINO pone de relieve que el ocio cada vez es más sedentario, especialmente en niños. Se constata un aumento notable del porcentaje de niños que dedican más de tres horas diarias a ocio sedentario como es el consumo de televisión o videojuegos. El porcentaje de niñas que practican horas de actividad física aumenta ligeramente, pero sigue por debajo que el de niños, que no ha mejorado respecto a ediciones anteriores del informe.

El pediatra almeriense ha incidido en que ante estos datos se hace más que necesario “promover la actividad física y reducir el tiempo de exposición a las tecnologías que el confinamiento domiciliario al que nos hemos visto obligados con motivo de la pandemia ha incrementado notablemente”.

Sobre este asunto ha detallado que los menores de dos años no deberían en ningún caso hacer uso de las pantallas; los de entre dos y cuatro años un máximo de una hora al día y los niños de a partir de cuatro años un máximo de dos horas. El doctor Rodríguez aboga por la educación nutricional en las aulas y ha insistido en este sentido que “más vale prevenir que curar”.

“Si esperamos a los 5 años para corregir cuesta mucho"

María Morales, dietista-nutricionista ha advertido de que “si esperamos a que el menor tenga cuatro o cinco años para corregir un problema de sobrepeso originado por hábitos poco saludables costará mucho”. Educarlo en hábitos saludables es “indispensable” y tal y como ha indicado la especialista la familia en este sentido juega un papel esencial. “Si a los padres no les gusta la verdura o la fruta, será un ejemplo para los niños”.

La doctora Morales ha insistido en eliminar el consumo de hipercalóricos no saludables por su alto contenido en grasa saturada, grasa hidrogenada, mucha azúcar, sal añadida... que además tienen escasas vitaminas y minerales. “La ingesta de este tipo de alimentos junto con la disminución de la actividad física genera los problemas de sobrepeso”.

Entre los consejos, nutricionales Morales ha indicado que las verduras tienen que estar presentes en la comida y en la cena, y la fruta a media mañana y en la merienda, así como en no acostumbrar a los menores a los sabores dulces o salados. La diestista-nutricionista ha alertado de que “un niño con sobrepeso será un adulto con problemas cardiovasculares, articulares, diabetes, así como con problemas de autoestima”. Patologías que se pueden evitar educando en hábitos saludables.