Por unanimidad, y se podría escribir entre exclamaciones porque al Ayuntamiento de Almería le ha costado sudores entregar a la capital un nueva ordenanza municipal de tenencia de animales que sustituya a la obsoleta de 2004. No en vano han sido varias Corporaciones y distintos concejales los que han intentado alcanzar el paso conseguido hoy y que desembocará en la entrada en vigor en los próximos días de un texto normativo, muy amplio, que aborda el bienestar animal en la capital con el respaldo, no solo de los grupos de la oposición, sino también de las protectoras. De hecho incorpora la coexistencia de las colonias felinas bajo el método CER (captura, esterilización y retorno), permite la entrada de animales en edificios públicos y transporte urbano, debidamente portados, y suaviza asperezas por los perros de razas consideradas peligrosas.

Son algunos de los cambios introducidos en el texto definitivo que la concejal de Sostenibilidad Ambiental, Margarita Cobos, ha podido volver a llevar a Pleno, después de una aprobación inicial, en febrero, que no gozó entonces de este mismo respaldo unánime ni la celebración, en redes sociales por límites de aforo en el Salón Noble por COVID-19, de asociaciones protectoras de animales que han aplaudido la incorporación de la mayoría de las sugerencias que han planteado en las 123 alegaciones recibidas.

La concejal Margarita Cobos, durante una de sus intervenciones en la sesión plenaria

“Es un día de especial alegría, porque ponemos en marcha una ordenanza a la altura de una gran ciudad como es Almería”, expresaba Cobos, agradeciendo el trabajo del área, así como la colaboración de las protectoras, el Colegio de Veterinarios y partidos, entre los que citó no solo los que ostentan representación municipal, sino también a PACMA e IU en esta “ordenanza del todos”, que la edil del PP se ha comprometido a poner en práctica desde ya.

La ordenanza, que regula todos los aspectos sobre los derechos de los animales y las obligaciones de sus propietarios, sancionando de forma mucho más dura el maltrato animal y el abandono, dispone de un capítulo especial dedicado a las colonias felinas, salvadas las diferencias de criterio que han venido lastrando desde años atrás la aprobación definitiva. El CER, que no el CES, queda especificado con el retorno de los gatos a su lugar de origen, debidamente esterilizados y atendidos (vacunados y microchipados), permitiendo, como exponía la concejal, reducir el número de felinos y una adecuada convivencia con las personas y el entorno urbano de estas colonias. “Vamos a trabajar automáticamente por el CER, va a ser dicho y hecho”.

Este compromiso de Cobos ha de materializarse con el respaldo económico de aquella partida de 30.000 euros que el Ayuntamiento ha venido consignando desde ejercidos anteriores y, según expuso Fátima Herrera en la intervención del PSOE, existe un convenio con el Colegio de Veterinarios y Animali (Federación Animalista de Almería), para la puesta en marcha del CER, tutelada por el Ayuntamiento y con una experiencia piloto que arrancaba el pasado año en el cementerio de San José.

Otros beneficiados de los cambios introducidos en el texto normativo inicial son los perros potencialmente peligrosos que, para empezar se ven liberados de este estigma de PPP.