El Ayuntamiento de Almería ha pasado de los compromisos verbales a los hechos ante las protectoras de animales, en especial las que defienden los derechos de los gatos ferales. El equipo de gobierno de Ramón Fernández-Pacheco ha guardado en el cajón el borrador de la nueva ordenanza de tenencia de animales y animales potencialmente peligrosos sobre la que había trabajado durante más de dos años para embarcarse en la redacción de otro texto normativo en el que quede recogido, desde un principio, la regularización de las colonias de gatos existentes en la capital, mediante la implantación del sistema de captura, esterilización y retorno (CER, antes CES), que dará amparo legal a las personas cuidadoras de las colonias, la cuales podrán ostentar un carnet acreditativo que las ponga a salvo de sanciones y conflictos vecinales, además de contar con la colaboración del Ayuntamiento para la gestión de sus animales.

Después de muchas reuniones mantenidas con representantes de las protectoras, veterinarios y otros colectivos que trabajan con animales, la concejal de Sostenibilidad Ambiental, Margarita Cobos, que ha tomado el relevo a sus predecesores Carolina Lafita y Carlos Sánchez, pudo llevar el pasado lunes a la Junta de Gobierno Local la propuesta de desistir a la ordenanza municipal que, habiendo pasado por Pleno, no había concluido su tramitación para su entrada en vigor. Esta ordenanza ha sido muy discutida por contemplar el CER de soslayo, dejando su implantación para un posterior momento en el que las aparentes dudas legales quedaran en su totalidad resueltas.

Vía Skype, en esa primera Junta de Gobierno con el estado de alerta decretado, sus miembros han aprobado desistir del anterior proyecto de ordenanza. La intención es incluir de forma expresa las colonias de gatos, según ha explicado Cobos, una decisión que será aplaudida por la Plataforma Seven Lives, una de las más beligerantes a la hora de reclamar el CER. Un método aplicado en muchas ciudades con resultados satisfactorios al permitir el control higienicosanitario de las colonias sin que la población de las mismas se desborde, posibilitando la presencia de los gatos silvestres –imposibles de ser adoptados– en las calles para que, a su vez, sirvan de protección ante otras plagas urbanas como cucarachas o ratas. 

Los cambios a aplicar en el borrador, cuyo articulado restante se mantendrá prácticamente, están ya realizados, si bien la situación actual de crisis sanitaria por el coronavirus deja la continuidad de los trámites en suspenso para cuando puedan ser retomados por el Ayuntamiento.

Las actuales reglas de las administraciones locales obligan a publicar el borrador de la ordenanza antes de ser sometidas a su aprobación inicial por el Plenario, abriendo un proceso de exposición para la recepción de propuestas o alegaciones.

La concejal de Sostenibilidad Ambiental ha lamentado que la crisis del coronavirus posponga esta exposición pública, la cual será abordada, según el compromiso trasladado por Margarita Cobos, en cuanto las medidas adoptadas por la pandemia lo permitan. Será entonces cuando desgrane el contenido.