Almería

El falso pediatra de Adra fue acusado y absuelto de dos crímenes en Francia

  • La policía francesa no encontró restos biológicos en su domicilio de Perpiñán. Dos jóvenes de 19 y 22 años fueron encontradas mutiladas en las inmediaciones de la estación de tren, cerca de su domicilio

Andrés Palomino Barrios, detenido el pasado domingo por agentes de la Guardia Civil por ejercer presuntamente de pediatra sin la titulación correspondiente en la localidad de Adra, fue implicado a finales de 1997 por agentes de la Policía francesa en la localidad de Perpiñán, próxima a la frontera con España, acusado de haber cometido crímenes en la persona de al menos dos jóvenes de 19 y 22 años cuyos cuerpos fueron encontrados en las inmediaciones de su domicilio. Pese a que Palomino fue llevado ante los tribunales franceses, la no presencia en su domicilio de restos biológicos que le relacionaran con los asesinatos, hizo que fuera puesto en libertad sin cargos.

El caso, confirmado a El Almería por fuentes de la Policía Nacional de Francia, fue seguido en Francia e Inglaterra y al autor del mismo, se le bautizó como El mutilador de Perpiñán o el Jack el Destripador latino por periódicos como el londinense The Guardian que el 9 de marzo de 2000 publicó que Andrés Palomino fue "expulsado de media docena de hospitales del sureste francés y despedido por ejercer sin licencia. Tenía registros policiales por residencia ilegal, tráfico de pasaportes robados y robo de material médico como estetoscopios e instrumental quirúrgico".

El mismo medio aseguraba que "residía apenas a 300 metros" del lugar donde fue encontrado el cuerpo de la estudiante de sociología de origen argelino Mokhtaria Chaib, cuyo cuerpo fue encontrado totalmente desmembrado por un vecino que salía a pasear al perro en las cercanías del cementerio próximo a la estación del ferrocarril. El crimen fue relacionado con el de Marie-Hélène González de 22 años de edad y el de Tatiana Andújar de 17 años desaparecidas en la misma zona y con también macabras amputaciones.

La detención de Palomino "un médico peruano en paro", según The Guardian, siguió la investigación a la que fue sometido por agentes de la Policía Nacional gala por "homicidio y actos de brutalidad". No obstante, no se encontraron evidencias forenses contra él en los minuciosos registros a los que fueron sometidos su "sórdido apartamento" y su minicaravana, vehículo que uno de los testigos aseguró que había sido sometido a una "vigorosa limpieza la misma mañana en la que apareció el cuerpo de una de las jóvenes".

Los agentes sí encontraron sin embargo restos de sangre en las ropas del detenido, aunque análisis posteriores demostraron que se trataba de procedencia animal. El sospechoso dijo que procedía de unos cursos de carnicero que estaba siguiendo en aquel entonces. Fueron tomadas declaraciones a más de 2.000 personas.

Siempre según The Guardian "estaban convencidos de que se trataba del autor de los hechos, aunque no pudieron encontrar las evidencias para sostentar un caso contra él en los tribunales franceses". "Barrios, era definitivamente nuestro hombre" aseguró al periódico inglés un policía francés que por entonces se encontraba a cargo de la investigación de los hechos.

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