Almería

Le cae una lluvia de piedras sobre su vivienda en La Chanca

  • Las laderas del barrio vuelven a venirse abajo tras desmoronares de forma parcial el muro de sujeción sobre el que hay otra casa

La vivienda vecina que descansa sobre el ladera en la que se encuentra el muro parcialmente vencido

La vivienda vecina que descansa sobre el ladera en la que se encuentra el muro parcialmente vencido / Rafa González

El susto fue mayúsculo cuando, en mitad de la noche, se dejaba sentir en el salón de su vivienda el estruendo de una lluvia de piedras de gran tamaño que se precipitaron sobre su propiedad. Uno de los muros de contención que sujetan las sensibles laderas de La Chanca se ha desmoronado parcialmente, dejando correr un riachuelo de rocas y piedras del talud, sobre el que descansa, además, otra vivienda.

“Estaba cenando en el salón con mi madre y, sobre las diez de la noche, se escuchó tal ruido que creyó que era un terremoto”. A José Molina Carrillo le sorprendía el estruendo de multitud de piedras al caer, muchas del tamaño de un balón de fútbol, que venían del muro situado a un nivel superior de su casa, el número 118 de la calle Reducto, en Pescadería-La Chanca.

Ladrillos del muro y piedras de la ladera de gran tamaño Ladrillos del muro y piedras de la ladera de gran tamaño

Ladrillos del muro y piedras de la ladera de gran tamaño

Ocurrió hace quince días, sin que se produjeran daños personales. Por suerte, las piedras se precipitaron sobre la parte trasera del dúplex de José Molina, a donde da uno de los dormitorios y en donde el descanso ya no es placentero. La familia lleva dos semanas sin perder de vista esta ladera. Temen que vuelvan a producirse nuevos desprendimientos, con más riesgos en estos días en los que el tiempo ha sido lluvioso, y que alcance a las habitaciones de su casa.

“En cualquier momento el muro puede venirse abajo y toda la ladera. Toda la parte trasera está en muy mal estado”, alerta el propietario, con miedo a que la inestabilidad del terreno pueda desembocar en otros movimientos de tierras y venga a desplomarse la vivienda edificada sobre el talud. “Puedo caernos encima cualquier día y veo a los críos jugar allí y me da pánico que pueda ocurrir alguna desgracia”, comenta.

Otro imagen del muro con desprendimientos sobre la acera Otro imagen del muro con desprendimientos sobre la acera

Otro imagen del muro con desprendimientos sobre la acera

El muro ha perdido una superficie de ladrillos inferior a los dos metros cuadrados, pero dejando una puerta abierta a las piedras de la ladera, y sigue soportando un peso que, en estas condiciones, debilita el sistema de contención. De venirse abajo podría afectar no solo a su casa, también a otras dos aledañas de la misma calle Reducto.

Como “más vale prevenir que lamentar”, este vecino del barrio de Pescadería-La Chanca emplaza al Ayuntamiento de Almería a girar una visita de inspección técnica que evalúe el estado del muro y del talud, sobre el que descansa la citada otra vivienda, al objeto de que sean adoptadas las medidas de seguridad oportunas que garanticen la estabilidad de la zona y que no vuelvan a producirse nuevos desprendimientos en un área que ya ha sufrido, años atrás, las consecuencias de los mismos.

En 2017 ocurría en el paraje de Cuevas de Las Palomas, donde los desprendimientos dañaron dos viviendas, que tuvieron que ser desalojadas. Tras practicar demoliciones controladas en rocas de riesgo, fue instalada una malla metálica de seguridad.

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