El lado oscuro de Almería

El piloto desvergonzado

  • El detenido, de 34 años de edad, había puesto hasta once denuncias falsas con las que se llegó a embolsar un montante de 49.000 euros de las compañías aseguradoras

El piloto desvergonzado

El piloto desvergonzado / D.A. (Almería)

La Policía Nacional detuvo el 14 de abril de 2011 en la capital a un piloto de una aerolínea comercial como presunto autor de un delito continuado de simulación de delito y estafa, ya que el individuo en cuestión, llegó a interponer hasta once denuncias falsas con las que llegó a cobrar de las compañías de seguros hasta 49.700 euros. Según informó entonces el Cuerpo Nacional de Policía el 'modus operandi' del detenido, un hombre de 34 años de edad e identificado con las iniciales de Francisco L. consistía en denunciar en las Comisarías de Policía haber sido victima de un robo con fuerza o con violencia que nunca llegaron a suceder para así una vez con la copia de la denuncia en la mano cobrar las correspondientes indemnizaciones de los seguros que tenía contratados.

Así, desde el año 2003 Francisco L. . venía denunciando robos con violencia sobre su persona, así como robos en algunos de sus diferentes domicilios repartidos por la geografía nacional, más concretamente en las Islas Canarias y en Madrid, sin que en ningún caso-como posteriormente demostró la Policía Nacional- tuvieran lugar estos hechos delictivos.

El patrón seguido en todas las denuncias interpuestas por este individuo, así como el hecho de manifestar la sustracción de algunos objetos en varias denuncias, fue clave para su descubrimiento y posterior detención. En todos los atestados tramitados en los que aparecía como denunciante existían ciertas similitudes en la declaración de los hechos, tales como que en todos los robos sufridos por este individuo contra su persona el procedimiento era el mismo. Dos personas- delgadas de estatura media y jóvenes- a las que nunca había llegado a identificar, ni aportar cualquier tipo de pista, le sustraían sus efectos utilizando del robo un arma blanca de considerables dimensiones para intimidarle.

Desde el año 2003 Francisco L. venía denunciando robos con violencia y en domicilio

Por otro lado, cuando se trataba de robos en alguno de sus domicilios, estos siempre se producían rompiendo una de las entradas de acceso a la vivienda, bien a través de alguna ventana o puerta trasera de la vivienda. En ocasiones, el detenido denunció la sustracción de algunos efectos, entre ellos su DNI, que posteriormente volvió a denunciar consecutivamente sin que quedase acreditada la recuperación de los mismos o la renovación del citado documento.

El sujeto tenia bastante bien estudiado su plan. Repartía siempre las denuncias especialmente en Madrid, en diferentes Comisarías de Distrito y solía dejar un cierto espacio de tiempo- entre tres y cuatro meses- en repetir la misma historia. Un avezado agente de la Policía Judicial, quien al parecer fue testigo en una de sus comparecencias en la Oficina de Denuncias, fue quien dio la alerta “levantando la liebre” a raíz de una denuncia tramitada en la Comisaría de Distrito Triana de Sevilla durante el verano de 2010, en la que hacía alusión al robo de un reloj valorado en 5.000 euros lo que provocó que se iniciase una investigación por parte del Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Distrito Centro para la localización del mismo en el mercado negro, siendo infructuosa esta labor, lo que dio lugar a las primeras sospechas sobre la veracidad de los hechos. Por otro lado, cuando se trataba de robos en alguno de sus domicilios, estos siempre se producían rompiendo una de las entradas de acceso a la vivienda.

En ocasiones, el detenido denunció la sustracción de algunos efectos, entre ellos su DNI, que posteriormente volvió a denunciar consecutivamente sin que quedase acreditada la recuperación de los mismos o la renovación del citado documento. Igualmente, de sus declaraciones realizadas en cada una de esas falsas denuncias se denotaba un especial interés por ocultar que los efectos supuestamente sustraídos estaban asegurados así como para impedir la investigación policial, aportando datos confusos o frenando la labor de los investigadores. Una vez que la investigación dio como resultado la supuesta implicación de este individuo en los hechos, se inició un dispositivo tendente a su localización y detención comprobando que Francisco L. Z. tenía previsto pilotar un vuelo desde Sevilla hasta Almería en la noche del 10 de abril. Conociendo este extremo, se procedió a su arresto en la capital almeriense para no provocar la suspensión del vuelo y perjudicar, de esta forma, a los pasajeros de la aeronave, para lo cual se solicitó la colaboración de los agentes de Policía Nacional adscritos a la Brigada Provincial de Policía Judicial de Almería.

Se procedió a su arresto en la capital para no provocar la suspensión del vuelo

Tras la toma de declaración por parte de funcionarios del Grupo de Investigación de la Comisaría de Distrito Centro, el detenido pasó a disposición judicial como presunto autor de un delito continuado de simulación de delito y estafa, aunque tras su comparecencia ante las autoridades judiciales, el desvergonzado piloto, no llegó a ingresar en prisión quedado en libertad sin fianza. Indiquemos que la presentación de una denuncia falsa puede comportar una multa de seis meses a un año, según explican fuentes del Cuerpo Nacional de Policía. Esta sanción podría incrementarse con pena de cárcel en el caso de que la aseguradora pague al denunciante por un falso delito, dado que en este caso se incurriría, según fuentes policiales, en un delito de estafa. Este tipo de delito va en aumento.

El motivo de este incremento de denuncias falsas estriba, según fuentes policiales, en el hecho de que muchas compañías de seguros tanto de automóviles, vivienda como de telefonía móvil exigen la presentación de la denuncia para que se tramite el pago del seguro. Esto, según las mismas fuentes, provoca que muchos acudan a denunciar sin que realmente se haya producido un robo o un acto vandálico que justifique el abono de lo robado por parte del seguro. La simulación de un delito y la falsedad de lo relatado a la Policía aflora con la investigación que ponen en marcha los agentes. 

Principalmente se denuncian falsos robos con fuerza o con violencia e intimidación, como tirones de bolso, y entre los objetos más robados reseñados en esas denuncias destacan los teléfonos de última generación (smartphones), ordenadores portátiles, videoconsolas o dinero en metálico. También pueden darse denuncias de robos en vehículos o de daños por actos vandálicos para cobrar el seguro. El artículo 456 del Código Penal especifica claramente que las penas por acusación, denuncia falsa o simulación de delitos puede acarrear una sanción comprendida entre seis y dos años de cárcel.

"Los que, con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad, imputaren a alguna persona hechos que, de ser ciertos, constituirían infracción penal, si esta imputación se hiciera ante funcionario judicial o administrativo que tenga el deber de proceder a su averiguación, serán sancionados: 1.º Con la pena de prisión de seis meses a dos años y multa de 12 a 24 meses, si se imputara un delito grave. 2.º Con la pena de multa de 12 a 24 meses, si se imputara un delito menos grave. 3.º Con la pena de multa de tres a seis meses, si se imputara una falta".

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