Almería

Al rescate de las praderas de posidonia de Agua Amarga y La Isleta del Moro

  • Son mejores sumideros de CO2 que los bosques tropicales En marcha, un proyecto pionero en Europa para restaurar los daños de la presión turística

Pradera de posidonia de Los Escullos

Pradera de posidonia de Los Escullos

No solo mejoran la calidad de las playas contribuyendo a bañarlas con aguas transparentes y evitan la erosión costera. Las praderas de posidonia son también grandes sumideros de dióxido de carbono, mucho más potentes, según los expertos, que incluso los bosques tropicales pero, su vez, sensibles a amenazas como la presión turística. La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha puesto en macha un proyecto piloto a desarrollar en el Parque Natural de Cabo de Gata, que tiene por destino estas praderas que se extienden por el fondo submarino de Agua Amarga y La Isleta del Moro.

Afectadas por bloques de hormigón y otros elementos asociados que funcionan como estructuras de anclaje para fondeo no regulado de embarcaciones, el proyecto, que fue abordado esta semana por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía celebrado el martes en Almería, contempla actuar sobre una superficie total aproximada de 11 hectáreas, ocho en Agua Amarga y tres en La Isleta del Moro.

Se trata de una densa superficie que, según las evaluaciones técnicas realizadas, tienen una capacidad estimada de absorción de 645 toneladas de CO2 . Dicho de otra manera, además de ser uno de los factores de color blanco de la arena de estas dos excelentes playas, las praderas oxigenan las aguas durante el día. Se ha estimado que en primavera y verano, solo las praderas de Cabo de Gata producen entre 21 y 37 toneladas netas de oxígeno al día y, además, son capaces de retener este compuesto de carbono durante miles de años para evitar que vuelva a la atmósfera.

Las acciones a llevar a cabo en la costa almeriense permitirán restaurar las praderas Agua Amarga y La Isleta del Moro, mediante la instalación de un campo de boyas ecológico, con un presupuesto de 273.060 euros sin IVA, y la complicidad de la cooperación entre la iniciativa pública y privada.

Cosentino y Eulen, empresas interesadas

El proyecto de la Junta, que también intervendrá en la marisma de la Bahía de Cádiz, es de hecho un proyecto pionero en Europa en el mercado voluntario de emisiones de carbono azul (carbono capturado por los océanos y ecosistemas costeros), que se ha convertido en una medida de gran eficacia en la lucha contra los efectos del cambio climático.

El proyecto se incluye en catálogo del Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones (SACE), lo que permitirá a las empresas privadas invertir en proyectos de recuperación de espacios del litoral andaluz que les ayude a compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Las actuaciones programadas en Almería fueron presentadas el pasado mes en un foro celebrado en Málaga sobre el mercado voluntario de carbono. Al encuentro, según las informaciones publicadas, acudieron representantes de varias empresas que podrían invertir en estos proyectos. Entre ellas, las almerienses Cosentino y Eulen, o las gaditanas Cepsa y Navantia.

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