Ha pasado ya casi un siglo desde que emigraron de su pueblo, su Alhama natal, pero jamás dejaron de estar en el pensamiento de sus familias. Y ayer, tras décadas y décadas de espera, su pueblo, sus vecinos, sus raíces, les rindieron tributo por su altruista colaboración con Alhama a miles de kilómetros de distancia, en la ciudad de los sueños, Nueva York.
El Ayuntamiento de Alhama celebró ayer, tal y como adelantara este periódico el pasado jueves, el reconomiento público a los hombres y mujeres del Grupo Salmerón, unas setenta familias que decidieron forjar su futuro en Brooklyn en las primeras décadas del siglo XX pero que nunca se desvincularon de Alhama pese a la gran distancia que les separaba. Por esta razón, varios de los integrantes de ese grupo, ya octogenarios, y algunos de sus descendientes firmaron en el Libro de Honor del Ayuntamiento y descubrieron un monolito en el Parque Nicolás Salmerón que les recordará siempre.
María del Carmen Amate, organizadora de este tributo, leyó unas palabras de agradecimiento y la banda de música de Alhama interpretó varios pasodobles para cerrar un acto muy emotivo.
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