La localidad almeriense de Purchena y la ciudad argentina de Viedma están separadas por más de 10.400 kilómetros. Una distancia que no ha sido obstáculo para que Luis García Rodríguez, un hijo de la Comarca del Almanzora, se haya convertido en el impulsor de la restauración de la Catedral de La Patagonia, el monumento religioso más antiguo e importante de esta región de Argentina.

Al padre Luis lo conocen bien en su pueblo, en Roquetas y en Adra, donde antes de partir como misionero en 1994 desarrolló una labor social encomiable como diácono y luego como cura. Ahora, en Viedma, lleva tres décadas impulsando la ayuda a los más necesitados y efectuando una labor impagable en el rescate, educación y manutención de niños de la calle. Además, su último objetivo ha sido restaurar la maltrecha Catedral de Viedma, donde la humedad, el salitre y el tiempo estaban deteriorando a gran velocidad las paredes, columnas y techos, con el peligro de destrozar las obras de arte religiosas puestas al culto.

Luis ha hecho un llamamiento para agradecer todas las ayudas recibidas

Fachada de la Catedral de Viedma

Catedral de Viedma. Vista general

Ha sido una labor ardua porque las obras eran imprescindibles y la maltrecha economía argentina impedía la llegada de ayudas estatales. Por eso, diseñó un plan de aportaciones voluntarias en pesos y en trabajo profesional con el que ha abordado el problema. Pintores, albañiles o electricistas han trabajado de forma altruista para que el monumento de esta ciudad del sur argentino recobre su esplendor. Se pintaron las bóvedas y la cúpula color azul cielo gracias a la intervención de un equipo conformado por propios feligreses, quienes aportaron herramientas, como por ejemplo los andamios.

No obstante, hubo gastos imprescindibles que hubo de afrontar y de los que aún se deben 5.000 euros; poca cantidad si hablamos de una reforma de un monumento de tal magnitud, pero inasumible para ellos en estos momentos.

Por eso, Luis ha hecho un llamamiento para agradecer las ayudas recibidas y explicar la situación actual: “gracias a todos los que han puesto su pequeño grano de arena para la refacción de nuestra Catedral, monumento emblemático de toda la Patagonia. No hemos podido llegar a cubrir todos los gastos. Tenemos una deuda que cubrir en pagos de 5.000 euros para algunas acciones aún por realizar de electricidad, marmolado y vidrios. Solicitamos ayuda de las personas que en España conocen el trabajo intenso que estamos realizando; nuestra cuenta de Cajamar Caja Rural es la ES6430580001912720012333”. El purchenero explica que en las reformas han huido de la opulencia y la ostentación: “ha quedado este lugar como realmente se merece, sin lujos, pero preparado para celebrar y deleitar a tantas personas que pasan por esta ciudad de Viedma, capital histórica de toda La Patagonia”.

La Catedral, que alberga a la parroquia “Nuestra Señora de la Merced”, fue fundada en 1880, destruida por la inundación de 1899 y reconstruida en 1912 con el aporte de los hornos de ladrillo de la zona. Es similar a “Santa María del Monte”, de Roma y sus columnas interiores son de granito pulido importado expresamente desde Italia. El templo es considerado como el símbolo de la labor evangelizadora de los salesianos en la región.

La Catedral fue fundada en 1880, destruida en 1899 y reconstruida en 1912

Catedral de Viedma. Vista lateral de las obras

Pero el tiempo y su proximidad al cauce del Río Negro aceleraron el deterioro con las filtraciones de agua en las paredes, exigiendo una solución de fondo. Del mismo modo, Luis García está dedicado a encontrarle remedio a la obturación de canaletas que no dejan escurrir el agua de lluvia por el taponamiento que sufren, principalmente, a raíz de la proliferación de nidos de palomas. “El problema era tal que, hasta el obispo de la diócesis, Esteban Laxague, se subía al techo del edificio para destapar los desagües”, explica orgulloso el párroco.

Finalmente, indicar que allí este purchenero coordina la fundación “Creando Futuro” que enseña oficios y cobija a niños desamparados y donde ayudan dos voluntarios naturales de Almería: Manolo Ruiz y Amanda López. Luis García evoca a Almería con el nombre de municipios de la provincia para sus talleres de carpintería, electricidad o agricultura. Algo podrá ayudarle en su labor social y humanitaria grandes empresas de su comarca e instituciones como la Diputación Provincial…