"Sólo quería asustarlo": se autoinculpa uno de los acusados de tirotear a un cubano en Aguadulce
Tribunales
El procesado afirma que disparó contra la víctima para que dejase en paz a una chica con la que tenía una relación
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Almería/Uno de los tres acusados por intentar matar a tiros a un compatriota en Roquetas de Mar se ha autoinculpado, si bien ha asegurado que disparó contra la víctima únicamente para darle un susto y que dejase en paz a una chica con la que tenía una relación, manteniendo que los otros dos procesados son totalmente ajenos al tiroteo.
Durante la primera sesión de la vista oral contra dichos procesados, D.A.P., conocido como ‘Matador’, ha mantenido ante la fiscal Déborah Díaz-Jiménez que no hubo ningún tipo de plan orquestado por P.P.D.C., cubano como el resto de acusados y la víctima, para matar al que había sido su compañero en el grupo musical 'Owen y Yaro', que se separó en 2020.
Ha mantenido además que el tercer acusado, I.J.P. viajó a Almería desde Oviedo a ayudarlo porque tenía que realizar varios trabajos de santería y este último era su “padrino”, alguien de mayor rango en su religión que él.
El procesado, que no ha querido responder a la acusación ejercida por los abogados Mónica Moya y Karim Karim El Marbouhe, ha asegurado que realizaba trabajos de adivinación en la capital almeriense y que el día de los hechos, el 13 de diciembre de 2022, acudió con su “padrino” a la barriada roquetera de Aguadulce porque tenía varios “compromisos” de este tipo en ese área.
Ha argumentado que sólo habló con P.P.D.C. tras horas de “trabajo” para pedirle que le consiguiera “medio gramo” de cocaína y que cuando fue a recogerlo al domicilio de dicho procesado le pidió el coche que éste había alquilado -supuestamente porque el suyo estaba en el taller- para continuar su ronda de trabajo junto a I.J.P.
Aunque ha dicho que pidió cocaína una segunda vez a P.P.D.C., ha resaltado que nunca lo llamó para recogerla, y que mientras estaba en un bar de copas de Aguadulce un conocido colombiano le preguntó si seguía con una chica, porque había visto a la víctima con ella.
“Me sentó mal, me puse celoso. A los minutos salí del local y me puse súper cabreado. Estaba bastante ‘jarto’ de copas y de cocaína. Me fui a mi casa y cogí un arma corta. Fui al lugar en el que normalmente veía a la víctima”, ha relatado.
Ha afirmado que en cierto momento vio aparcado al perjudicado y que se acercó a la ventanilla del coche por la acera y “apuntó el cañón hacia abajo” para efectuar varios disparos. “Mi intención no era matarle, sino asustarlo (…) Si hubiese querido quitarle la vida, no lo habría avisado, le habría puesto el cañón en la cabeza y ya está. Me quedaron incluso dos proyectiles”, ha asegurado.
Por su parte, P.P.D.C. ha defendido que mantenía una buena relación con su exsocio, con el que llegó a tener "un contrato en Miami", hasta la disolución de banda, lo que ha achacado al ingreso en prisión en 2021 del perjudicado, el cual también fue detenido en el marco de estos hechos acusado de traficar con cocaína a pequeña escala.
"Él tenía un estilo de vida que no entraba en mi estilo paternal", ha defendido antes de afirmar que, de haber sabido las intenciones del autor de los disparos, hubiera intervenido "sin ninguna duda" para evitarlo, si bien, según ha recalcado, desconocía incluso la existencia de la pistola que se empleó en el ataque.
Los acusados de origen cubano han rechazado que se produjeran contactos entre ellos o se coordinaran de algún modo con el objetivo de localizar a la víctima para darle muerte, de modo que han reducido sus mensajes y conversaciones telefónicas, todas dentro del ámbito de Aguadulce conforme a los informes de telefonía, a otros aspectos secundarios o no recordados.
Frente a ello, la Fiscalía sostiene que los acusados se orquestaron para tratar de dar con su objetivo a sabiendas de que se dedicaba al trapicheo con un servicio de 'tele-coca', para lo que habrían intentado contactar con él a través de un tercero con la excusa de conseguir dosis de droga con el fin real de localizarle y poder acabar con su vida, según la acusación.
El supuesto 'cerebro' ha explicado a las preguntas de la Fiscalía, que solicita para todos los acusados 16 años de prisión, que el día antes de los hechos alquiló un vehículo porque el coche familiar estaba "averiado", de modo que ha rechazado que lo empleara para evitar ser reconocido en el momento del crimen.
Asimismo, y a diferencia de la versión de otro acusado, ha dicho que lo empleó ya durante la tarde del crimen para dirigirse él solo a Aguadulce, a un piso de su propiedad, donde se reunió con una "escort" que había contratado en una web de citas con la intención de pasar la tarde con ella.
CONSULTAS DE "ADIVINACIÓN" Y "SANTERÍA"
El acusado ha incidido que estuvo con su acompañante hasta que, en un momento dado, le escribió el acusado D.A.P --autor confeso de los disparos-- para pedirle que le consiguiera cocaína. Según este otro acusado, que también había trabajado en el ocio nocturno de la zona, necesitaba la droga para "estimularse" y "cumplir los compromisos" que tenía pendientes ese día con varios clientes a los que ofrecía "consultas de adivinación" mediante "santería".
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