Almería

Más de 900 sanitarios agredidos en hospitales y centros de salud de Almería desde 2010

Más de 900 sanitarios agredidos en hospitales y centros de salud de Almería desde 2010

Más de 900 sanitarios agredidos en hospitales y centros de salud de Almería desde 2010

Pacientes que buscan una baja que no se le concede, una medicación que no se les receta, otros que no quieren un tratamiento, los que llevan demasiado tiempo de espera o directamente los que la emprenden a patadas y puñetazos con un celador al ser reprendido por el sanitario porque estaba golpeando a su mujer como ocurriera a principios de octubre en el Hospital Provincial de Almería. El joven agresor fue detenido por la Policía Nacional poco después en las inmediaciones del centro médico tras darse a la fuga y su agresión ha tenido consecuencias penales. Y no sólo las agresiones físicas, penadas con entre seis y un año de prisión, también las verbales conllevan un castigo jurídico considerable al hacerse extensible el Principio de Autoridad a toda persona que ejerce su trabajo en un hospital, centro de atención primaria o de salud dependiente del SAS.

En julio de 2019 se condenó a una multa de tres meses a razón de seis euros diarios y el pago de las costas procesales a un paciente del hospital de Poniente por un delito leve de amenazas contra una facultativa de Urgencias. Y existe una tercera vía al alza, más allá de la violencia física o verbal directa, consistente en el acoso, injurias y calumnias en redes sociales y foros e internet que tampoco escapan a las medidas de protección para los sanitarios previstas en el Código Penal. Sin embargo, si no se visibilizan no se pueden erradicar estas tipologías delictivas y es preceptiva la denuncia del profesional afectado para que se puedan articular medidas cautelares como una orden de alejamiento personal o del centro sanitario y la correspondiente condena.

Los sindicatos y colegios inciden en la "tolerancia cero" contra una agresividad virtual, las denominadas 'teleagresiones', que se ha visto amplificada en internet con la llegada de la pandemia. "Hemos sido el sustento de la crisis sanitaria y no queremos aplausos, queremos reconocimiento, respeto y dignidad laboral". Atendiendo a la estadística oficial de denuncias en la provincia, los episodios violentos han caído en tiempos de conmoción y mascarilla y la Consejería de Salud y Familias contabilizó 70 frente a las 109 del curso anterior. Entre los años 2010 y 2020, el registro de agresiones a profesionales sanitarios en la provincia contabiliza 909. El documento exclusivo al que ha tenido acceso este periódico constata que más de la mitad (481) se corresponden a incidencias en el Hospital de Poniente y más de 200 se concentran en la categoría de médico.

Una de las concentraciones contra las agresiones a sanitarios en el hospital Torrecárdenas Una de las concentraciones contra las agresiones a sanitarios en el hospital Torrecárdenas

Una de las concentraciones contra las agresiones a sanitarios en el hospital Torrecárdenas

El año con más casos es 2017 que alcanzó los 129 y el que menos fue 2013 con 42. La serie histórica de la última década deja una media de casi un centenar por año y son mayoritariamente verbales. Según los datos de la Consejería de Salud y Familias, 239 fueron ataques físicos y las 670 restantes se atribuyen a insultos y amenazas. Estos episodios violentos los han sufrido todo tipo de profesionales desde celadores a cirujanos, odontólogos, matronas, pediatras e incluso veterinarios, si bien las categorías más castigadas son las de médico de familia, enfermero y técnico de cuidados auxiliares.

La prevención es el principal arma de los sanitarios para reducir y actuar en las situaciones y cada vez son más los profesionales que se han instruido en la provincia. Más de 600 profesionales del hospital almeriense de referencia y otros 400 del Poniente participaron durante 2019 en los talleres y seminarios que se han desarrollado en una doble vertiente: aprender a controlar las situaciones conflictivas y qué hacer cuando se produce una agresión. En los últimos años, los distritos sanitarios almerienses se han implicado al máximo en la formación online y presencial de sus profesionales, aunque se ha resentido considerablemente durante el paréntesis la pandemia, para que cuenten con todas las herramientas necesarias con las que evitar una agresión o minimizar sus consecuencias. La detección de acciones violentas a través del lenguaje verbal o no verbal, la asertividad, la escucha activa, el manejo de eventuales conductas suicidas y las habilidades comunicativas forman parte del temario contra la violencia en el ámbito sanitario.

Además, cuentan desde finales de año con un nuevo plan frente a las agresiones que actualiza el anterior que se remonta a 2005 e incorpora un programa especial de acompañamiento a la víctima y supondrá la habilitación de canales ágiles y rápidos para que no estén solos después de ser agredidos. Además todos los centros y hospitales tendrán una nueva figura del profesional guía que prestará apoyo y asesoramiento en los trámites posteriores a un episodio violento. Los servicios jurídicos del SAS dan cobertura desde hace años a los agredidos y también se presta apoyo psicológico cuando sea preciso.

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