Entrega de reconocimientos en El Acebuche por el Día de la Merced 2018

El subdelegado del Gobierno en Almería, Manuel de la Fuente, ha presidido esta mañana en el centro de El Acebuche los actos del Día de La Merced, patrona de Instituciones Penitenciarias, y allí ha destacado que el Gobierno es “sensible” y “entiende” las demandas planteadas por la dirección del centro y por representantes de los funcionarios respecto a la necesidad de que se complete la plantilla, reducida notablemente desde 2011. En los últimos siete años, El Acebuche ha perdido una treintena de funcionarios y ha pasado de 44 a 28 miembros de personal laboral. “Quisiera trasladaros que el Gobierno de España es sensible a vuestras demandas, que las entiende y que considera a la Institución Penitenciaria una pieza fundamental de la política de seguridad y de intervención social de nuestro país”, ha señalado en su intervención.

Igualmente, De la Fuente se ha referido también a la futura puesta en marcha del Centro de Inserción Social, situado en la barriada capitalina de El Puche, cuya finalización está prevista para los últimos meses de este año: “De nuevo, os ratifico la voluntad de este Gobierno de ir atendiendo las demandas que la crisis y otros criterios de priorización dejaron aparcadas, pero que son de enorme importancia y trascendencia”, ha dicho. Antes, en declaraciones a los medios, el subdelegado ha apuntado que “no se entendería que el centro se destinara a otras funciones distintas para las que fue diseñado”, la atención al tercer grado penintenciario, y que la voluntad del Ejecutivo es que “se ponga en marcha lo antes posible”.

El subdelegado del Gobierno, que ha estado acompañado por el director del centro, Miguel Ángel de la Cruz, así como por representantes de la Junta de Andalucía, Diputación provincial, Ayuntamiento de Almería, Guardia Civil y CNP, se ha referido en su discurso al “intenso, profundo e irreversible” cambio experimentado por la Institución Penitenciaria en las últimas cuatro décadas, tras la aprobación de la Constitución, y ha aludido a que las penas privativas de libertad deben estar siempre orientadas hacia la “reeducación” y “reinserción social”, como señala el artículo 25.2 de la Carta Magna.

“Las personas que cumplen condena necesitan saber que creemos en la reinserción y que trabajamos por ella. Un centro penitenciario debe ser un espacio donde el interno halle el camino para reconducir su vida. Un espacio como escuela de libertad futura”, ha dicho.

De la Fuente ha tenido palabras de agradecimiento hacia la labor “a menudo desconocida y casi nunca suficientemente valorada” que realizan los funcionarios de la Institución Penitenciaria. “Conocéis las múltiples formas de expresión de la maldad humana y toda la variedad de tragedias humanas posibles, pero también comprobáis el poder curativo de la reinserción y el significado balsámico de la palabra ‘ayuda’, para quienes se encuentran temporalmente privados de libertad”, ha aseverado.

El acto de esta mañana ha servido para otorgar a distintos funcionarios la Medalla de plata al Mérito Penitenciario, la Mención Honorífica y el reconocimiento a los 25 años servicio. Igualmente, se han entregado reconocimientos a instituciones y personal colaborador del centro, a profesionales penitenciarios por el especial desempeño de sus funciones profesionales y a internos por su evolución favorable.

Centro El Acebuche

El centro penitenciario de El Acebuche cuenta en la actualidad con 14 módulos (uno de ellos de mujeres), que son “pequeñas prisiones” dotadas con todo su equipamiento básico: celdas, comedor, escuela, sala de estar y televisión, duchas, patio de paseo y deportes, etc.

A ello, se añade un departamento de Unidad Terapéutica, Enfermería, Ingresos, Aislamiento y Sección Abierta. El centro cuenta también con cocina general, lavandería, salón de actos, gimnasio, campo de deportes y talleres productivos de carpintería metálica y de madera, así como locutorios para comunicaciones orales y salas de comunicaciones íntimas, familiares y de convivencia.

El porcentaje de población reclusa ha descendido desde 2009 desde casi 1.200 internos a los 761 actuales, 47 de ellos mujeres. De esos más de 700 reclusos, 63 cuentan con régimen abierto. De la misma forma que ha disminuido el número de internos, también lo ha hecho el de preventivos pendientes de enjuiciamiento penal: un 20% hace nueve años, un 18,7% en la actualidad. Por otra parte, el número de internos de origen extranjero es de 234, una cifra similar a la registrada el año pasado.

Del total de penados, 142 de ellos disfrutan habitualmente de permisos de salida de varios días y 63 se encuentran en régimen de semilibertad en medio abierto o con control telemático mediante pulseras electrónicas que posibilitan que pueda pernoctar en su domicilio de forma supervisada. Otros casi 200 penados se encuentran en régimen de libertad condicional aprobado por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria.

Por otra parte, el número de empleados públicos (personal funcionario y laboral) es de 358 en todas las áreas. A ello hay que añadir alrededor de un centenar de voluntarios y colaboradores en actividades de tratamiento y también miembros de la Guardia Civil que se encargan de la seguridad perimetral exterior con la colaboración de personal de empresas de seguridad.

En cuanto a la intervención de ongs, las seis organizaciones que trabajan actualmente en El Acebuche son Pastoral Penitenciaria, Consejo Evangélico Andaluz, Cruz Roja, Noesso, Educación para la Paz y Asociación El Timón.