El suicido es una de las opciones disponibles en la vida cuando ésta se vuelve cuesta arriba o no se cuenta con la suficiente capacidad para tolerar la frustración. Los profesionales de la psicología nos sorprendemos a menudo de la cantidad de pacientes que confiesan sus ganas de suicidarse.

Nadie suele pensar que alguien cercano y querido como algún amigo, familiar o incluso nosotros mismos tomemos una decisión tan drástica. Las estadísticas indican lo contrario. Cuando un acontecimiento tan dramático nos toca directamente somos más conscientes de una realidad que antes solía pasar desapercibida. En este sentido es positivo potenciar valores a favor del bien común; nunca se sabe cuándo ni quién será el próximo. Si una vez leído el artículo en su totalidad desea profundizar y saber más puede visitar la web: www.insacavi.com

Datos objetivos sobre el suicidio en España

Tal vez le sorprenda saber que hoy al menos 10 personas se suicidarán antes de finalizar el día. Según datos publicados por el Statista Research Department, en el 2020 se suicidaron un total de 3941 personas. Redondeando son una media diaria de 11 ciudadanos.

Si hacemos una comparativa con el número de asesinatos, en 2020 hubo 333 en España, por tanto una persona asesinada por 11 suicidios. Más datos relevantes, tal vez podríamos pensar que hace años la situación era aún peor, pues no se disfrutaba del tan escuchado y ansiado estado del bienestar, los datos indican otra cosa. En 1968 se quitaron la vida un total de 1413 personas (388 mujeres y 1025 varones). En 2020, como ya comenté, 3941 (1,011 mujeres y 2930 hombres). Si las cuentas no me fallan supone una diferencia de ¡¡2528 ciudadanos!! en los últimos 52 años.

La mayor tasa de suicidios está en personas con edades entre los 45 y 54 años

Sigamos indagando, es probable lleguemos a sorprendernos. También en 2020 se suicidaron 283 personas con franja de edad 85-95 años. Lo que no encaja y chirría es que en ese mismo año hubo 300 entre los 15 y 29 años, 769 entre los 30 y 44 y, 836 entre 45 y 54 años.

Los motivos que pueden predisponer al suicidio

La pregunta nos es sencilla, ya que cada uno tiene sus propios motivos y circunstancias personales. Es cierto que influyen factores como la falta de apoyo social, no contar con estrategias para afrontar situaciones conflictivas, número de problemas acumulados a lo largo del tiempo, así como una cierta predisposición genética y/o educacional al desequilibrio emocional. Planteo una pregunta ¿quién es feliz se suicida? Supongo ya conoce la respuesta. Las personas que lo hacen o, no era tan felices como decían o, vivían es un estado de profundo sufrimiento más o menos evidente para sus familiares y/o amigos más cercanos.

¿Solamente son infelices las personas que se suicidan?

La respuesta también parece evidente, la infelicidad que experimenta cada vez un mayor sector poblacional, además a más temprana edad, no implica inevitablemente pensar o llevar a cabo el suicidio. ¡¡Ojo al dato!!, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que hay 20 intentos por cada suicidio. Este dato implica que en España aproximadamente 79.000 personas al año lo intentan y entre 2-4 millones piensan en ello.

Como hemos podido comprobar probablemente hay más personas infelices de las deseadas, y para sobrellevar el malestar interior llevamos a cabo acciones desajustadas como el excesivo consumo de alcohol, sexo, drogas, acceso compulsivo a redes sociales, etc. Con el tiempo, si estas conductas no solucionan el problema o lo empeoran, sí se puede tomar medidas más contundentes.

Pastillas.

Los jóvenes también se suicidan

Algo no está funcionando bien del todo en una sociedad cuando jóvenes entre los 15 y 29 años que, como se dice, están en la flor de la vida deciden acabar con ella. El número aún es mayor en el intervalo 45 y 54 años, momento en el cual supuestamente solemos alcanzar una mayor estabilidad económica y equilibrio emocional que nos permite disfrutar de una vida agradable, tranquila y sosegada.

Tal vez los altos niveles de estrés social, la dificultad para sentirse satisfecho por constantes autoexigencias, el apego a lo material y la necesidad mantenida de sentir placer evitando el displacer, está relacionado con las cifras actuales de suicidios en España. Si a todo lo dicho añadimos la tendencia al individualismo y baja tolerancia a la frustración, es muy probable que cada año aumente el número de suicidios y, en general, el estado de infelicidad e insatisfacción en la ciudadanía.

¿Qué es lo que sobra, qué es lo que falta?

Sobra el acceso casi ilimitado a la información si no hay capacidad emocional para gestionarla. Sobra la necesidad de querer controlarlo todo y un nivel de autoexigencia tan alto que afecte a la salud. Sobra el exceso de sobreprotección que impida, por ejemplo a nuestros hijos, exponerse a sus miedos y problemas. Sin duda alguna y no menos importante, sobra querer que la vida se ajuste siempre a nuestras expectativas, si éstas no se cumplen nos sentiremos frustrados y, con el tiempo, atrapados por la emoción más destructivas que existe: la ira.

Aproximadamente cada año en España intentan suicidarse 79.000 personas

Lo que falta ¡¡es una sociedad más sabia!! El conocimiento es un valor indiscutible en una sociedad que se precie. Pero solo la cultura no es suficiente, es necesario contar con el apoyo incondicional de la sabiduría. Esta última permite al ser humano interiorizar y sentir la necesidad de enfocarse hacia el bien común, potenciar la empatía, la calma, la paciencia y la felicidad grupal.

IMPORTANTE

Si no se siente bien emocionalmente, tiene pensamientos que le atormentan, sufre y se lo oculta a los demás, pida ayuda, no se guarde su malestar. Sepa que nadie es feliz de manera continuada y siempre tenemos altibajos emocionales. Está claro que todo tiene solución menos la muerte, así que no se rinda antes de tiempo.