Almería

Los trabajadores de la residencia cobran pero prosiguen la huelga

  • Esperan que Salud no renueve el contrato con la empresa se "busque a otra solvente"

Los trabajadores de la Residencia de Oria Bartolomé Sánchez Moreno comprobaban como el jueves se hacían efectivas dos nóminas en sus cuentas corrientes, de las diez que les adeuda la empresa concesionaria Geriátricos Urbanos S.L.. A pesar de este pequeño respiro, los 25 trabajadores mantienen la huelga indefinida que comenzaban a principios de semana.

El abono de las nóminas ha coincidido con la finalización de la concesión que la Junta de Andalucía mantiene con la empresa Geriátricos Urbanos S.L. que vencía este final de mes, y cuya rescisión ha sido negociada por las representantes del Comité de Huelga con el delegado de Salud en la reunión mantenida el pasado martes 26. Según Carmen María Moreno, una de las representantes de las trabajadoras, Alfredo Valdivia se habría comprometido a que "ante los constantes incumplimientos por parte de la empresa comenzarían los trámites oportunos para no renovar la concesión".

El delegado que asumió en agosto del año pasado, habría reconocido ante estos mismos empleados que "en noviembre comenzó a tener noticias de la situación y se puso a trabajar en el tema"; esa quizás sea la respuesta a las varias inspecciones a las que se ha sometido el centro desde entonces. En la misma reunión se llegó a hablar de la posibilidad de que los mismos trabajadores creasen una cooperativa para gestionar el geriátrico, posibilidad hasta el momento desechada por los propios interesados. Por eso los 25 empleados de la residencia de Oria se mantienen inalterables en su postura y en las condiciones; así lo ratifica Carmen Moreno para quien "la petición realizada al delegado de Salud es muy clara; nosotros lo único que queremos es que venga una empresa solvente y se haga cargo de la situación".

Consultada acerca de la atención a la que están sometidos los cuarenta y cinco mayores ingresados en la residencia, Moreno invita a "que quienes tengan alguna duda, se acerquen al centro, las puertas están abiertas y se puede comprobar el estado de atención. El depósito de pañales está lleno, y la comida es abundante; en la residencia el que quiere repetir, repite. Contamos con un presupuesto y somos nosotras quienes buscamos precios en los supermercados".

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