Treintañeros poscrisis en Almería: la generación que no pasó de la secundaria
Solo el 21,8 % de los almerienses de entre 25 y 30 años ha completado estudios universitarios, según el INE. Nacidos entre 1993 y 1998, crecieron entre la recesión, la digitalización y un mercado laboral sin cualificación alta
Estudiar no es opcional: el paro en Almería castiga al que deja los libros
Están entre los 25 y los 30 años. Son más de 56.000 personas en la provincia de Almería. Pero solo uno de cada cinco ha pasado por la universidad. El Censo Anual de Población 2023 del Instituto Nacional de Estadística revela que solo el 21,8 % de los jóvenes almerienses de esa franja de edad ha completado estudios superiores. La gran mayoría, más de 43.900, no ha pasado de la secundaria, la FP media o incluso la primaria.
Se trata de una generación marcada por la crisis, nacida entre 1993 y 1998. Vivieron su adolescencia durante el colapso económico de 2008, con familias golpeadas por el desempleo, la inestabilidad y la falta de expectativas. Muchos llegaron a la mayoría de edad en un mercado laboral dominado por la precariedad, la temporalidad y la baja cualificación.
Los datos lo confirman: en ninguna de esas edades se supera el 25 % de titulados universitarios. A los 30 años, solo 1.108 de 9.834 personas ha completado un grado. A los 28, apenas 1.111 de 9.443. Los estudios de máster no cambian la tendencia: oscilan entre 700 y 800 personas por cohorte, sin que logren compensar el bajo nivel global de acceso a la universidad.
En el otro extremo, la brecha educativa persiste. A los 30 años, 1.098 personas figuran como “sin estudios”, y otras 1.027 tienen solo educación primaria. Esto supone que más del 21 % de esa cohorte apenas ha alcanzado el nivel más básico de formación.
La mayoría sigue con titulaciones medias
Aunque la formación profesional superior ha crecido en los últimos años —con entre 700 y 800 personas por edad en esa etapa—, la mayoría sigue con titulaciones medias, y el salto a la universidad aún es una excepción. El sistema educativo no ha logrado que esta generación acceda de forma masiva a estudios superiores.
Pese a que la Universidad de Almería ha ampliado su oferta y modernizado sus titulaciones, la brecha de acceso se mantiene, sobre todo en jóvenes de entornos rurales o con menor capital social. Además, muchos titulados acaban saliendo fuera de la provincia por falta de salidas profesionales acordes a su formación.
Esta generación también ha vivido una transformación digital total. Pasaron de la adolescencia sin smartphones a la hiperconectividad, pero la digitalización no se tradujo en mayores niveles formativos ni en más oportunidades profesionales.
En conjunto, los treintañeros post-crisis de Almería son una generación atrapada entre la secundaria y la precariedad, con más acceso teórico a la educación que sus padres, pero con menos resultados y expectativas. La estadística refleja un mensaje claro: en Almería, la universidad aún no es el camino mayoritario entre los jóvenes.
También te puede interesar