Turno de Oficio: justicia social

“Tiene derecho a un abogado. Si no puede pagarlo se le asignará uno de oficio”. Puede que si algún día nos lo recitan no suene exactamente igual que en las películas que tantas veces hemos escuchado, pero en el fondo será lo mismo. Nos están diciendo que tenemos garantizada la asistencia legal aunque la minuta del letrado se escape a nuestros posibles. Y no solo para defendernos. También podemos acudir a la justicia gratuita para litigar o, simplemente, para recibir asesoramiento, de ello se ocupan en Almería los casi ochocientos letrados adscritos al Turno de Oficio, que cubren este servicio 24 horas al día, 365 días al año en defensa de los derechos de los ciudadanos.

El sindicato de abogados Venia convocó una huelga general de 48 horas para los días 11 y 12 de julio pasado, con el objetivo de denunciar la situación de precariedad en la que se encuentran abogados y procuradores que prestan servicios en el marco de la Asistencia Jurídica Gratuita.

Esta nueva acción se enmarca dentro de una huelga indefinida iniciada por el sindicato el 21 de noviembre de 2023 y que continúa vigente ante la falta de cambios sustanciales por parte de la administración.

Buscando una fecha simbólica y que envuelva a la abogacía se llegó al día 12 ya que se celebra en España el Día de la Justicia Gratuita y del Turno de Oficio, para conmemorar la labor de miles de abogados que garantizan el acceso a la justicia a los ciudadanos con recursos limitados. Asimismo, el 12 de julio una manifestación en Santiago de Compostela con el fin de reunir a abogados y procuradores de todo el país en una marcha por la dignidad del Turno de Oficio.

Ellos y ellas son quienes se dejan la piel –y a veces la fe- esperando en los pasillos de los juzgados, en guardias de 24 horas que los arrancan de sus hogares y familias, e incluso de sus despachos, para garantizar que, quien es más vulnerable, tenga defensa. Porque, sí, la Constitución Española reconoce el derecho a la asistencia jurídica gratuita, pero lo que no dice es que está hecha de esfuerzo, sueldos indignos y mucha vocación.

Cada vez que un ciudadano/a sin recursos se enfrenta a un divorcio, a una pérdida de custodia, a una detención, a una denuncia por violencia de género (tan usual últimamente, por desgracia), por ocupación, (muy usual en los últimos años), por impago… los abogados adscritos al Turno de Oficio están ahí. Y no como “becarios-voluntarios o en prácticas”. Son profesionales del Derecho, con años de experiencia y con formación continua, que prestan servicio con dedicación y profesionalidad. Por estos y otros motivos dan un servicio público esencial que el Estado externaliza, delegando en sus espaldas la responsabilidad de que la justicia no sea solo un privilegio del que puede pagarla.

La justicia gratuita es un servicio público esencial, la última garantía de defensa de los más vulnerables, que gracias a los abogados y a los colegios oficiales funciona con eficacia y sin la cual, sería mucho más difícil mantener la paz social. Es revelador y dice mucho de los profesionales del derecho, el dato de que los ciudadanos tienen buena opinión de este servicio. Hay casos muy concretos en los que cuando un ciudadano ha solicitado por segunda vez en la institución, ha pedido que se le adscribiese el mismo letrado que le defendióen la anterior ocasión, algo que es absolutamente imposible ya que las designaciones se realizan por riguroso turno, pero ello prueba el grado de dedicación y de profesionalidad de los abogados que prestan servicio. Ellos conocen mejor que nadie las interioridades y saben que podría funcionar mejor si, por ejemplo, las administraciones públicas pagaran lo justo y a tiempo, si todas las comisiones de asistencia jurídica gratuita unificaran sus criterios, etc. Los abogados de oficio asumen una carga creciente de expedientes, muchos de ellos dolorosos, llevándoselos a casa en el interior de su ser, conflictivos, sin apenas margen de maniobra. Desde la parte más emotiva, sostienen emocionalmente y legalmente a personas rotas, desorientadas, que no tienen a nadie más que al abogado/a de oficio. Y lo hacen a menudo sin reconocimiento, sin medios y, lo que es peor, sin una retribución justa. Pero ellos y ellas siguen ahí porque creen en el Derecho como herramienta de transformación, porque saben que sin turno de oficio, la igualdad ante la ley es una quimera, porque la Justicia debe escribirse con mayúsculas y ser para todos por igual.

La función social del turno de oficio es incuestionable. Gracias a él, miles de personas acceden a una defensa técnica que, de otro modo, seria inalcanzable. Gracias a él, la justicia no se convierte (del todo) en un privilegio de clase, pero esa nobleza de propósito no puede ser excusa para perpetuar el abuso hacia los profesionales.

Hay que cuidar la justicia gratuita porque la utilizan ciudadanos que, en muchos casos, han perdido ya no solo el empleo o la vivienda, sino hasta la esperanza, como siempre hemos dicho que es lo último que se pierde.

¿Dónde y cómo solicitarlo?

- En el Colegio de Abogados.

- En el Juzgado: Si ya hay un procedimiento judicial en curso o se inicia uno. El Juzgado se encargará de remitir la solicitud al Colegio de Abogados.

- En la Sede Electrónica: Algunos colegios y el Ministerio de Justicia disponen de sedes electrónicas donde se puede iniciar el trámite, completar el formulario y adjuntar la documentación necesaria.

Pasos a seguir

- Rellenar la solicitud: Deberá cumplimentar un impreso de solicitud de asistencia jurídica gratuita, indicando el motivo.

- Aportar documentación: Fotocopia del DNI o tarjeta de residencia.

- Solicitar cita previa: Para ser atendido en el Servicio de Orientación Jurídica (SOJ) del Colegio de Abogados.

Recomendaciones:

- Es recomendable consultar su página web.

- Se puede solicitar un abogado de oficio antes de que se inicie un procedimiento o incluso después, siempre que sea antes del juicio.